El realizador haitiano Raoul Peck ha filmado su país en "Mortal asistencia", un documental estrenado mundialmente este jueves en la Berlinale, como si en lugar de una cámara tuviera un escalpelo para abrir las heridas no cicatrizadas desde el terremoto del 12 de enero de 2010.
Haití, con diez millones de habitantes, es comparada en este filme, fuera de concurso, a una gran ciudad en la que las grandes potencias occidentales, las agencias de desarrollo y asistencia, el Banco Mundial, la ONU y decenas de ONGs y todo "el negocio humanitario" han fracasado en la organización de la vida cotidiana.
"Mortal asistencia" comienza con las terribles imágenes, filmadas tal vez con una cámara de vigilancia, en las que se ve la devastadora fuerza del terremoto que arrasa con muros y edificios, mientras algún vecino o una niña intentan hallar su camino en medio de la tierra que se abre. Más de 250.000 personas murieron y 1,5 millones perdieron todo.
Los paisajes que rodean Puerto Príncipe, las montañas y el hermoso mar son filmados como un preludio a lo que va a seguir en este documental estremecedor que irá mostrando, durante 99 minutos, la gran decepción de los haitianos y las promesas no cumplidas de quienes prometieron miles de millones de dólares para reconstruir este país.
El expresidente estadounidense Bill Clinton, codirector de la Comisión Interina de Reconstrucción de Haití, su compatriota el actor Sean Penn, el exdictador Jean-Claude Duvalier, "bebé Doc" o el expresidente René Preval aparecen en este fresco conmovedor en el que el pueblo haitiano es el verdadero héroe.
El exprimer ministro haitiano Jean Max Bellerive denuncia la injerencia extranjera y las presiones internacionles ante la debilidad del Estado, cuyos policías carecen hasta de "bastones" para ejercer su autoridad.
Raoul Peck denuncia la cacofonía de las ONG, los prejuicios contra los haitianos, el desperdicio de energías, la falta de coordinación, los tejemanejes de quienes se aprovechan de la miseria para desviar fondos.
"Mortal asistencia" muestra también el nacimiento de una gran villa-miseria, la vida muy precaria de los haitianos que siguen viviendo en carpas o en casas de "plástico" y materiales endebles que se inundan cuando llueve.
Raoul Peck, conocido por sus películas sobre Patrice Lumumba y el genocidio ruandés, fue confirmado por el presidente francés, François Hollande, en su cargo de presidente de la Fundación Nacional de Oficios de la Imagen y el Sonido (FEMIS) la principal escuela de cine de Francia.