El ídolo pop canadiense Justin Bieber suspendió la noche del domingo el segundo de sus dos conciertos en Buenos Aires a causa de una indigestión, según anunció el propio artista que también había sido echado del hotel donde estaba alojado.
El cantante de 19 años inició el show con más de una hora de atraso pero sólo estuvo 45 minutos sobre el escenario del estadio Monumental y tras una interrupción regresó sólo para anunciar que no podía seguir ante 45.000 fanáticos, la mayoría niñas y adolescentes, que lo abuchearon o que lloraban con desconsuelo.
Un comunicado del manager explicó que tras el primer concierto en River la noche del sábado que Bieber "comenzó a manifestar vómitos y malestares" que atribuyó a una "intoxicación alimentaria severa".
Según el parte, los médicos le habrían recomendado la cancelación del show pero esta opción "no estaba contemplada entre las opciones del artista", aunque el comunicado no menciona nada sobre una posible reprogramación o devolución del dinero de los boletos.
El viernes, Bieber había tenido que dejar el lujoso hotel Faena, porque sus fans invadieron el exclusivo barrio de Puerto Madero, el más nuevo de la capital argentina, e incluso la policía debió cerrar varias calles en los alrededores.
"Lo que se genera alrededor de Bieber impide que el Faena pueda brindar el servicio que acostumbra a sus huéspedes", indicaron responsables del hotel al sostener que las fans "alteran la tranquilidad de los pasajeros y de los habitantes de Puerto Madero".
El niño fenómeno que cobró popularidad hacer varios años gracias a un video hecho por su madre para mostrar su dotes de artista dejó su estela en Buenos Aires donde se lo vio en bares nocturnos y lugares bailables, según fotos difundidas por la prensa argentina.
El músico con casi 47 millones de seguidores en Twitter, dejó con las ganas también a unas 200 fans que habían desembolsado 16.500 pesos (2.800 dólares) para el "Meet and Greet", la oportunidad para unos pocos de tener un encuentro casi exclusivo con su artista favorito.
El artista pop que realiza su gira Believe Tour por países de Sudamérica y tiene previsto presentarse el martes en Santiago de Chile, también se había ido con escándalo la semana pasada de Rio de Janeiro.
Durante su estadía en Rio fue visto saliendo de un prostíbulo escondido bajo una sábana y expulsado del hotel donde se alojaba tras tratar de ingresar con prostitutas. Al no lograrlo rompió varios objetos de la suite, valorados en 6.000 dólares. Además, fue denunciado por hacer un grafiti en un muro de la ciudad./AFP