Un equipo de arqueólogos italianos desenterró un esqueleto muy bien conservado en un convento abandonado de Florencia que podría ser el La Gioconda, la mujer de la misteriosa sonrisa que Leonardo Da Vinci inmortalizó en su célebre cuadro.
Varios cuerpos han sido descubiertos hasta ahora en el lugar en la búsqueda de los restos mortales de Lisa Gherardini, la noble florentina que se cree que inspiró el retrato que Da Vinci pintó entre 1503 y 1506.
Según Silvano Vinceti, director del equipo de arqueólogos, este esqueleto en particular es muy prometedor pero todavía habrá que hacer pruebas para comprobar su identidad.
"Creo que hemos llegado a la parte realmente emocionante para los investigadores, la culminación de nuestro trabajo en la que nos acercamos a la pregunta clave: ¿encontraremos o no los restos de Lisa Gherardini?", dijo Vinceti, especialista en resolver misterios de la historia del arte.
Los arqueólogos empezaron a cavar el año pasado, cuando nuevos documentos confirmaron que Gherardini, la mujer de un rico negociante de seda florentino llamado Francesco del Giocondo, vivió en el convento tras la muerte de su marido, al cuidado de sus dos hijas monjas, donde murió y fue enterrada.
Los investigadores someterán los restos del esqueleto a una serie de pruebas para confirmar si pertenecen a Gherardini con la esperanza de reconstruir su rostro y compararlo con los rasgos faciales de la pintura de Da Vinci.