Issa sorteará las espinas de la vida | El Nuevo Siglo
Martes, 16 de Junio de 2015

PARA LA mayoría de seres humanos la figura materna es un estandarte, el punto de equilibrio sobre el cual edifican su vida, y el caso de Leidy Tabares, la vendedora de rosas, no es la excepción. La mujer por la que tanto luchó desde que tuvo uso de razón, y por la que siempre sostuvo su inocencia a pesar de la condena.

Es por esto y miles otras de razones que la interpretación del personaje de Fátima Tabares no es uno más para la actriz Majida Issa, quien se encargará a partir de esta noche de darle vida en la serie del canal RCN Lady, la vendedora de rosas.

Fátima es madre soltera. También vende rosas, dulces, arepas y de lo que resulte para sobrevivir. Es amable, ansiosa, olvidadiza y dependiente. Se queja continuamente, y según ella, siempre tiene problemas, es corajuda para defender a sus hijos, pero terriblemente frágil en sus relaciones amorosas.

Después de llegar a Medellín, Fátima durmió en las calles, trabajó como empleada del servicio, hasta que encontró estabilidad en una floristería. Ahí no solo aprendió de flores, sino que creyó aprender del amor.

En entrevista con EL NUEVO SIGLO, Majida contó detalles de este gran reto en su carrera actoral.

EL NUEVO SIGLO: Háblenos de su papel como la mamá de Lady.

MAJIDA ISSA: Fátima tiene dos hijos: Didier y Lady, hija del amor de su vida, ya conocerán la historia del papá de Lady que es muy complicada. El papá de Didier falleció. En la historia hay un príncipe azul que aparece y se va rapidito, ya lo verán, lo interpreta Julián Román y se llama Treinta y Ocho. Es una historia de vida dura… como la realidad.

ENS: ¿De qué herramientas se valió para darle vida a este personaje?

MI: Lo que primero hice fue irme para Medellín, estuve tres veces en la casa de Leidy, con su mamá, su familia. Fui con la productora en la búsqueda de locaciones, yo era la colada porque quería ver realmente lo que se vivía ahí, cómo vive la gente. Estuve mucho tiempo también en Manrique, compartiendo con todo el mundo. Me propuse ver la realidad, convivir y no hacerme ideas, no es más que ser sensible y escuchar lo que está pasando, quitarse un poquito los prejuicios. Todo el mundo escucha Leidy y se imagina la película, lo que le ha pasado a ella, lo que dicen las noticias, pero hay otro lado de la moneda que vale la pena mirar.

 

ENS: ¿Qué le dijo Leidy que se le haya quedado grabado con relación a su mamá?

MI: Lo que siempre recordaba cada vez que hacía el personaje era que Leidy, cuando supo que iba a interpretar a su mamá, lo primero que me dijo fue: mi mamá es lo más importante en mi vida, incluso más que mis hijos. Y yo quedé con cara de semejante responsabilidad, no sabía ni qué decir. Eso me llenó de ansiedad. Es fuerte hacer personajes que existen porque uno tiene que respetar una cantidad de cosas, la creatividad no te puede llevar a hacer locuras tampoco. Tienes que ceñirte a un montón de cosas y ceñirte a la realidad de los que están ahí.

ENS: ¿Qué es lo más complicado de interpretar este tipo de personajes?

MI: Es muy bello y a la vez muy duro entender la lógica de esta mujer.

ENS: ¿Qué enseñanzas le deja esta producción y este papel?

MI: Que uno debería mirar siempre el otro lado de la moneda antes de ser tan duro con la gente, de juzgar a los demás. Cuando uno hace este tipo de personajes que no tienen unas ideas sociales iguales a las de uno, que yo tenga que coger las rosas de un jardín para darle comida a mis hijos o para que no me saquen de la pieza, no es lo mismo que decir: esta es una ladrona. Ponerse del otro lado siempre nos hace más sensibles, y pensar que uno lo haría de estar en esas situaciones. Eso es algo muy duro porque uno juzga muy fuerte.

 ENS: ¿Tuvo épocas difíciles en su vida?

MI: Sí, claro. Yo estudié mi carrera en México, en Bellas Artes, y mi vida de estudiante era un poco así: el día a día, si podía comer bien, si no podía también. En la épocas más difíciles trabajaba de noche, era muy desgastante. Yo salía de la universidad muy tarde, había meses en que dormía un promedio de dos horas por día. Me ha tocado y eso fortalece el carácter, no me arrepiento porque fue una experiencia linda pero uff…

ENS: ¿En qué otros proyectos anda?

MI: Hago parte de un grupo que se llama la Jácara Mojiganga que es un grupo musical independiente. Tenemos varios montajes, en estos momentos estamos terminando la temporada de Catatonia, viene El bolero de Rubén, Martina, De cantina en cantina. Estará en el Teatro Nacional próximamente. Me la paso haciendo teatro cada vez que tengo tiempo libre.