David Ben Gurión, padre fundador del Estado de Israel, ambicionaba hacer florecer el desierto del Néguev, un sueño que en su versión moderna se ha traducido en la emergencia de una capital de la ciberseguridad.
Beerseva se ha transformado en apenas unos años. La ciudad, de 200.000 habitantes, antaño hogar de una población pobre y obrera de origen sobre todo sefardí, busca medirse ahora con la moderna Tel Aviv.
El aburguesamiento de la capital del Néguev, ubicado en el sur de Israel, salta a la vista con la construcción de numerosas zonas residenciales de chalés.
Ahí se están instalando jóvenes talentos de la informática y dirigentes de empresas emergentes (start-ups) especializadas en ciberseguridad, sector del que Israel es considerado un pionero mundial.
También grandes empresas israelíes y extranjeras como Lockheed Martin, Deutsche Telekom, Oracle o IBM abrieron oficinas en dos complejos ultramodernos erigidos en el parque industrial CyberSpark.
En ellas trabajan unos 1.500 técnicos, ingenieros e investigadores especializados en ciberseguridad, muchos de ellos formados en el departamento de Ciencias Informáticas de la universidad local Ben Gurión.
Símbolo de la simbiosis entre la universidad y las empresas, dos puentes peatonales unen el campus y CyberSpark.
- Un ecosistema 'ideal' -
"Hemos establecido un ecosistema ideal con una integración de empresas israelíes, multinacionales, universidades y bases del ejército israelí especializadas en ciberseguridad que se mudarán de la región de Tel Aviv a Beerseva", se felicita Tom Ahi Dror, jefe del proyecto CyberSpark en la Ciberoficina Nacional Israelí.
Esta disposición permite a todos los actores "reunirse, debatir, crear juntos", dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante la primera conferencia de Cibertecnología en Tel Aviv.
Según Netanyahu, Israel es uno de los principales blancos de los piratas informáticos en el mundo, de ahí que considere "vital" la ciberseguridad.
- 'Partir de cero' -
El éxito de Beerseva como templo de la ciberseguridad se debe a que "partimos de cero hace cuatro años", explica a la AFP su alcalde adjunto, Tal Elal. "Concebimos un proyecto a medida para responder a las necesidades de las empresas especializadas en ciberseguridad", agrega.
A medio plazo, se construirán otros dos complejos que comprenderán 27 edificios nuevos.
Unos 30.000 militares, entre ellos 7.000 oficiales de carrera, se instalarán además en las nuevas bases y campus tecnológicos que se erigirán sobre 100 hectáreas.
Para atraer a los más reticentes a dejar la vida animada de Tel Aviv, el gobierno proyecta una prima de 18.000 dólares para los oficiales solteros y de 50.000 dólares para las familias que acepten quedarse al menos cinco años en Beerseva.
El gobierno también trata de alentar el sector privado. Desde principios de año, ofrece una subvención equivalente durante tres años al 20% del sueldo de los empleados contratados en Beerseva.
La población sumará 100.000 habitantes en la próxima década, según la alcaldía.
El desarrollo de Beerseva reforzará un sector que en Israel ya cuenta con 250 empresas, locales y extranjeras.
En 2015, las exportaciones israelíes de tecnologías, servicios y programas de ciberseguridad alcanzaron un récord de 3.500 millones de dólares, según la Ciberoficina Nacional.
Para Dudu Mimram, responsable del laboratorio del grupo alemán de telecomunicaciones Deutsche Telekom en Beerseva, "la ciberseguridad tiene un futuro muy prometedor".
"Se trata de una carrera sin fin en la que los piratas siempre tienen ventaja porque llevan la iniciativa y nosotros debemos saber cómo replicar para proteger las empresas, las administraciones y los particulares", resume Mimram.