Isla de Pascua necesita escuela musical | El Nuevo Siglo
Lunes, 21 de Julio de 2014

Una de las más célebres pianistas chilenas, la pascuense Mahani Teave, lanzó este lunes en Santiago una campaña de 'crowdfunding' internacional para construir un conservatorio de música en la Isla de Pascua y que los niños no deban cruzar el océano para aprender.

La polinésica y pequeña Isla de Pascua, la más aislada del mundo en medio del océano Pacífico a 3.500 km de la costa chilena, nunca tuvo escuela de música.

Para las 5.000 personas que allí viven "no hay cine, no hay conciertos", dijo Teave a la AFP este lunes.

"Se hacen presentaciones de baile y música típica de la isla para los turistas, pero falta un espacio para nosotros desarrollarnos culturalmente", explicó la pianista.

Cuando Mahani era pequeña, comenzó a estudiar con la única profesora y el único piano de la isla. Pero un día la maestra se fue, y las clases se acabaron.

Su madre entonces decidió trasladar a la familia "al continente" -como llaman los pascuenses a Chile- a la ciudad sureña de Valdivia, donde continuó formándose hasta pasar por Estados Unidos y Alemania donde logró convertirse en una de las más reconocidas concertistas chilenas.

Para Mahani, "es fundamental tener un espacio para que los niños puedan canalizar sus talentos y desarrollarlos".

"Muchas veces, cuando se tiene el talento y no la oportunidad, viene la frustración, problemas como las drogas, el alcoholismo, que son una verdadera amenaza a la cultura de la isla", aseveró.

- Un espacio propio -

Hace un par de años, la pianista apostó por dar la oportunidad a niños de Rapa Nui de estudiar música con la creación de una ONG a la que llamaron 'Toki' que en su lengua (Rapa Nui) se denomina a la herramienta usada por sus ancestros para dar forma a las famosas estatuas de roca conocidas como Moais.

Con dos pianos y 15 violines recibidos como donación, comenzaron las primeras clases en salas prestadas por colegios, una parroquia o incluso en casa de un profesor.

Anae Tuki es uno de los 74 niños que cursan gratuitamente clases de cello, violín, piano y ukelele.

Lo suyo es el ukelele, "una guitarra más pequeña, que suena más agudo" propia de la Polinesia, explica a la AFP Anae, de diez años. Es talentoso y también revoltoso, pero la música le ayudó a centrarse.

Pero esta incipiente escuela no tiene financiamiento para continuar en pie y necesita un espacio propio donde seguir.

Con este objetivo, Mahani ofreció este lunes un concierto, en el lanzamiento de una campaña internacional de 'crowdfunding' - financiación masiva en línea - bajo la plataforma Indigogo para recoger financiamiento y hacer realidad la escuela de forma definitiva.

Su primera meta es conseguir 160.000 dólares para traer a la isla un equipo de arquitectos, y construir un 25% de la escuela en un terreno ya donado, con la ayuda también de voluntarios.

El sueño de Mahani y este grupo de jóvenes pascuenses detrás de la ONG Toki es contar con un centro equipado con sala de conciertos e incluso estudio de grabación, construido de forma sustentable combinando cemento y latas, botellas de vidrio y neumáticos reciclados.

"La isla es un tesoro de la Humanidad", dijo la pianista. "Es uno de los lugares más musicales y artísticos del mundo y que no haya una escuela...no puede ser", aseguró.