¿Está sobrevolando el desierto de Nevada en un hidroavión de 1950 y quiere navegar en la web? No hay problema: una empresa estadounidense ofrece conectividad en condiciones inusuales, probando que el cielo ya no es el límite para acceder a Internet.
La firma de California Global Eagle Entertainment mostró el jueves a periodistas su sistema de Internet por satélite a bordo del hidroavión Albatross One, al margen del Salón Internacional de Electrónica de Consumo (CES) de Las Vegas, la mayor feria anual mundial del sector, que exhibe esta semana lo último en alta tecnología.
La demostración se realizó semanas después de que las autoridades estadounidenses permitieran el uso de dispositivos electrónicos portátiles durante todas las fases de vuelo, poniendo fin a una prohibición de conectividad por debajo de los 10.000 pies (3.050 metros).
Mediante el uso de una conexión vía satélite, Global Eagle asegura tener un sistema más fiable que el de los proveedores aire-tierra, especialmente a bajas altitudes.
"El satélite ya está ahí y permite tener más ancho de banda cuando es necesario", dijo Simon McLellan, ingeniero jefe de Row44, la división de tecnología de Global Eagle.
El uso de un satélite "permite ampliar la capacidad cuando la demanda crece", mientras que el servicio de Internet aire-tierra se focaliza en masas de tierra y zonas muy pobladas.
Uno de los rivales de Global Eagle, Gogo, que sirve a muchas compañías de Estados Unidos, anunció el año pasado que modificaría sus conexiones para avanzar hacia un sistema híbrido que utiliza tanto satélites como transmisión terrestre.
Para ofrecer su servicio, Global Eagle colocó un transceptor, un módem, un servidor y un punto de acceso inalámbrico en el Albatross One, un avión de búsqueda y rescate diseñado para la Marina de Estados Unidos y más tarde utilizado para entrenar astronautas de la NASA.
Así, los periodistas que sobrevolaron el jueves espectaculares paisajes de aspecto lunar entre Las Vegas y las montañas del Lago Mead pudieron usar sus teléfonos inteligentes o tabletas.
Demostrar la capacidad de acceso a Internet en un hidroavión de época es "inusual pero cumple su objetivo", dijo McLellan.
Una dirección de IP para cada pasajero
Global Eagle firmó en diciembre un acuerdo para prestar sus servicios a Southwest Airlines, por el cual puede ofrecer conectividad a dispositivos móviles en todas las fases de vuelo.
Entre los servicios ofrecidos están el de mensajería y televisión en vivo de la red satelital Dish.
En Southwest, Global Eagle sirve a unos 442 aviones, pero entre sus clientes también están Norwegian Air Shuttle, las compañías rusas UTAir y Transaero, y Mango de Sudáfrica.
Global Eagle utiliza tres satélites en Estados Unidos y de ocho a 10 en todo el mundo, principalmente en el hemisferio norte.
Los aviones cuentan con el equipo necesario, incluyendo una antena que "se mueve todo el tiempo", para orientarse y conectarse a los satélites, explicó McLellan, quien señaló que equipar cada avión con la tecnología necesaria cuesta entre 300.000 y 500.000 dólares.
Las aerolíneas recuperan los costos cobrando el servicio, como Southwest, o lo ofrecen de forma gratuita a sus clientes premium, como Norwegian Air.
McLellan dijo que es posible acceder a videos a demanda a través de Internet desde teléfonos o tabletas, aunque con ciertos límites.
"Tenemos formas de evitar que una o dos personas utilicen todo el ancho de banda", dijo. "Cada pasajero tiene una dirección IP, por lo que si un dispositivo comienza a consumir más datos de los que queremos, podemos limitar su acceso".