El legendario artista florentino Leonardo Da Vinci sentenció alguna vez que “la belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte”, y esa eternidad parece encontrarse reflejada en la muestra que se le realizará como homenaje a la desaparecida artista Patricia Fidalgo.
Nautiliaestará abierta al público desde mañana hasta el 23 de este mes en Cero Galería. Patricia Fidalgo encontró en su trabajo plástico una intensidad que deslumbra al espectador y que aún hoy, a poco más de un año de su fallecimiento, sigue cautivando con la belleza de sus obras.
La muestra que ofrecerá Cero Galería es un testimonio de la tenacidad de Fidalgo, que inscribió su talento en una dimensión que trasciende tiempo y espacio gracias a una obra construida casi en su totalidad fuera de Colombia, pero que no por ello escapó a sus raíces y que encontró el camino para revelar, como lo define Francisco Llera, curador de la exposición, “una personalidad e intensidad únicas”.
Esta nómada formada en Colombia por el maestro David Manzur y en los Talleres de la Universidad Nacional, no dejó nunca de estudiar y siguió alimentando sus conocimientos en Europa, principalmente en el Atelier Contrepoint, antiguo Atelier 17 de S.W. Hayter en París, mostrando así su hambre de aprendizaje y descubrimiento su tenacidad.
Esos intereses de Patricia la llevaron a tomar parte en exposiciones colectivas en Japón, Suiza y Francia. Más que una exposición de arte es un encuentro íntimo con el testimonio de vida de una artista que estudiaba hasta la saciedad las posibilidades que facilitaran el encuentro entre la obra y el espectador para producir el deslumbramiento y ser eternamente bellas, en cumplimiento a la sentencia de Da Vinci.
Fidalgo no era solo una gran artista, sino que además, como podrán constatar los espectadores que disfruten de Nautilia, una trabajadora incansable, empeñada en crear. Su trabajo, que en varias ocasiones fue resaltado con reconocimientos y premios internacionales, la llevó a convertirse en la maestra que fue.
Un universo artístico mágico y colmado de encanto pero inexplorado, es lo que nos dejó Patricia con su partida. Una tarea de descubrimiento que tendrá su inicio con esta muestra. “Aún queda mucho por hacer con esta artista y su obra. Es necesario seguir ahondando en su trabajo y en lo que logró, no nos podemos detener ni pensar en un olvido, sino, al contrario, es necesario catalogarla, investigarla y colocarla en el lugar que creo se merece”, asegura el curador Llera.
Los amantes del buen arte tendrán la oportunidad de conocer el trabajo de una artista que sin estar presente nos deja la larga tarea de explorar una extensa obra que no solo es importante en su cantidad sino que es imprescindible por su calidad y su eterna belleza.