Ineludible cita con Maestros del siglo XX | El Nuevo Siglo
Cortesía
Domingo, 2 de Diciembre de 2018

EL invaluable legado de Alejandro Obregón con todo el esplendor de sus creaciones, lenguaje simbólico y manejo único del color; los trazos que oscilaron entre lo figurativo y lo abstracto de Freda Sargent y la variada temática y técnica de otros artistas colombianos destacados del siglo XX engalanan, hasta el 19 de enero, los dos pisos de la Galería el Museo.

Alejandro Obregón - Obras 1936 -1992

Es considerado uno de los artistas más importantes del siglo XX en el ámbito nacional y latinoamericano. Sus planteamientos pictóricos innovaron en la tradición plástica, para introducir la modernidad en la escena artística colombiana, generando una gran influencia en los artistas de su generación y, en gran medida, en generaciones posteriores.

Esta exposición retrospectiva reúne obras que destacan momentos pivótales de la trayectoria artística del Maestro, donde se observa su desarrollo como pintor. La muestra inicia con su primer cuadro Invierno en Boston, donde se evidencia la influencia vanguardista europea, en sus pinceladas y paleta cromática oscura. Se destaca también, Pez Dorado (1947) obra icónica que se caracteriza por el juego de planos y reflexiona sobre la bidimensionalidad de la tela en la pintura. Es con esta pieza que Obregón da paso a la experimentación pictórica, volviéndose ésta la primera obra modernista en el contexto colombiano.  Se encuentra también, la reconocida Mesa del Gólgota (1952),

Cuando viaja a Barranquilla, su temática cambia a partir del paisaje donde aparecen obras como Iguana (1960), las Barracudas (1962) y las Mojarras (1959), hasta llegar a su interés por la geografía vulnerable con sus manglares, donde refleja la fragilidad del ecosistema y su irreversible deterioro en Flor de Mangle, 1961 y Manglar, 1962. A partir de 1965, Obregón empieza a jugar con el acrílico en sus pinturas y pinta Jardín Barroco donde, a través de trazos sueltos y rápidos, y con una paleta cromática viva proveniente del entorno tropical, se convierte la flor en protagonista.

En 1968, cuando se traslada definitivamente a Cartagena, la obra de Obregón evidencia su cambio más contundente con la transición definitiva del óleo al acrílico. Su obra se destaca por los colores llamativos y las pinceladas rápidas y decisivas, llevando la representación al roce con la abstracción. Es allí, donde retoma la temática de los bodegones y consolida la importancia de lo cotidiano en su pintura, manteniendo la simbología del paisaje colombiano, así como introduciendo la línea del firmamento que tanto le inspiró de Cartagena.

Su cúspide de abstracción la presenta en la II Bienal de Arte de Coltejer en Medellín en 1970 con su obra Sortilegio (1970), donde la composición y el gesto de la pintura predominan sobre el contenido. Durante estos años el maestro toma la figura humana como tema, en especial la mujer, particularmente con Tauro-Virgo (1978), donde refleja la dualidad entre lo femenino y lo masculino; el vigor y la fuerza del toro enfrentados a la delicadeza y timidez de la mujer.

En los años ochenta, retoma las Barracudas y los Cóndores, destacando la fauna icónica tanto del paisaje caribeño como el andino, evidenciando no sólo la libertad simbólica de la representación, sino también la libertad del trazo de un artista consolidado. Finalmente, la muestra incluye Autorretrato con Diego (ca. 1992), una de sus últimas obras donde la paleta se torna lúgubre y es pintada a partir de la memoria, más que de la observación debido a sus quebrantos de salud.

Freda Sargent

Alejada de las vanguardias y de la crítica de la época, Freda Sargent (Londres, 1928) desarrolló un lenguaje propio que se debate entre lo figurativo y lo abstracto. Inspirada en la literatura y en la poesía clásica, la artista explora, desde muchas perspectivas, problemáticas relacionadas con la pintura como lo son la composición, la luz y el color. Igualmente, se ha interesado por buscar referentes dentro del paisaje, el retrato, los bodegones, las atmósferas y la historia que la rodea desde hace muchos años en Colombia.

Sargent estudió pintura en el Royal College of Art en Londres y posteriormente viajó a París con una beca del gobierno francés, donde conoció a Alejandro Obregón, con quien se vino a Colombia a mediados de los años cincuenta. Su carrera como pintora ha tenido dos etapas: una primera mientras vivía en Europa y una segunda en Colombia. Su obra se enfrentó a un proceso opuesto al de los artistas de la vanguardia en nacional, pues mientras estos crecieron en América y desarrollaron primero un lenguaje local que posteriormente se alimentó de los movimientos de vanguardia europeos, Freda creció permeada por las propuestas revolucionarias de los movimientos de entre guerras y, posteriormente, vino a Colombia donde se vio influenciada por los temas y por los colores del trópico.

Sargent construye sus pinturas con una paleta que no maneja grandes contrastes y con esta sutil variedad de llamativos colores, construye espacios enigmáticos que recuerdan a sueños, fábulas o visiones de la infancia. Los azules en diferentes tonalidades, los amarillos alegres y festivos y los reflejos de una luz hábilmente manejada son en parte el registro de lo que la rodea.

Maestros – Varios artistas

El siglo XX fue un periodo influenciado significativamente por la política, las transformaciones de los sistemas económicos y sociales. Los efectos de las guerras mundiales impactaron la sociedad creando movimientos artísticos que respondían ante los cambios en la condición humana, las repercusiones del progreso tecnológico y la búsqueda de ideales modernos. Estas nuevas expresiones artísticas contribuyeron a redefinir los cánones de la pintura, el dibujo y la escultura.

Artistas tales como Guillermo Wiedemann, Fernando Botero, Luis Caballero, Ana Mercedes Hoyos, Alejandro Obregón, Édgar Negret, Ignacio Gómez Jaramillo, Débora Arango, Eduardo Ramírez Villamizar, Beatriz González, Carlos Rojas, Santiago Cárdenas, entre muchos otros construyeron un puente entre la cultura local y los movimientos artísticos internacionales. Si bien se vieron influenciadas sus propuestas plásticas a partir de preocupaciones internacionales, lograron consolidar una gramática propia.