Por: Catalina Jaramillo Uribe
Periodista de El Nuevo Siglo
Al tiempoque la posibilidad de un tercer canal nacional privado de televisión sigue en el limbo, muchos ojos están puestos sobre lo que pasará con el Canal Uno institucional, ya que están por vencerse las concesiones otorgadas a los actuales programadores.
Hoy la Autoridad Nacional de Televisión (ANTV) daría a conocer cuál es el camino a seguir. Lo anterior porque el domingo venció el plazo para que el ente tomara una decisión concreta para el futuro de canal. Son dos las opciones que se estudian: prórroga automática para los actuales concesionarios o una nueva licitación para asignar los espacios.
La decisión no se puede aplazar más, ya que el 31 de diciembre vence la licencia que les fue otorgada en 2004 a las uniones temporales Colombiana Televisión, NTC, Programar, Jorge Barón, Sportsat, RTI y CM&.
Aunque parecería difícil optar por una licitación, que tendría que estructurarse en poco tiempo, algo que es muy complicado, lo cierto es que hay quienes insisten en que un nuevo proceso de asignación es obligatorio, y dicen tener argumentos legales para sostener esa tesis.
Más allá de esa óptica, la verdad es que para el dictamen final la ANTV se está basando en los resultados de un estudio contratado con la Universidad Nacional para estructurar estas concesiones, fijar los criterios de selección y determinar cuál es el sistema que más conviene.
La semana pasada surgieron varias versiones en torno a lo que podría pasar hoy. Por un lado, se dice que los programadores pasaron la solicitud para una prórroga de diez años y que la ANTV pareció estar de acuerdo. El principal pero aquí, según fuentes cercanas al proceso, sería que como algunos programadores se habían retirado y sus espacios fueron reasignados, la opción de la prórroga en esas condiciones no podría aplicarse.
Otras voces del ámbito televisivo sostienen que la Universidad Nacional entregó el informe final que determina la hoja de ruta del canal. Entre sus conclusiones se habría establecido que no puede haber prórroga por 10 años, sino apenas por tres o cuatro años. También se afirma que en razón a la entrada de la televisión digital no se puede hacer una valoración exacta del futuro de la televisión pública y el costo de las concesiones.
En ese orden de ideas, el asunto central ya no sería la prórroga de los contratos, sino el tiempo de la misma ¿Diez años? ¿Cinco? ¿Tres?
Los rumores
Más allá de cuál sea finalmente la decisión que tome la ANTV, lo cierto es que las versiones sobre los movimientos de los sectores interesados en el Canal Uno son muchos.
Por ejemplo, se habla de que NTC está esperando a que Programar entre porque quieren hacer un noticiero a las siete de la noche, que compita con los actuales informativos de los canales privados y genere arrastre para la programación en la franja Triple A.
Igual se rumora que CM& quiere ampliar sus espacios, ya que es el principal protagonista de Canal Uno.
También se habla en los corrillos mediáticos sobre el interés de verdaderos pesos pesados por ganarse un espacio en este canal. Las versiones han llegado a señalar a empresarios como Germán Efromovich, dueño entre otras cosas de Avianca y accionista de O Globo de Brasil.
Por el momento todo queda en veremos ya que los miembros de la junta directiva de ANTV no se han pronunciado pero se espera para hoy que rompan su silencio y resuelvan qué pasará con el Canal Uno.