Homenaje a Carlos Rojas, el maestro de lo abstracto | El Nuevo Siglo
De la serie "Mutantes" (1995). Técnica mixta sobre tela.
Cortesía Galería El Museo
Sábado, 16 de Julio de 2022
Redacción Cultura

La galería El Museo inauguró, este sábado 16 de julio, la exposición “Un canto, homenaje a Carlos Rojas”, conmemoración de los 25 años del fallecimiento del gran artista abstracto. La muestra, que cuenta con la curaduría de María Iovino, reúne obras de las series “Mutantes”, “Mater materia” y “Por pintar”, en las cuales Rojas consignó las conclusiones plásticas a las que llegó en su periodo de madurez. La exposición se concentra en el período menos conocido y expuesto de su trabajo.

Durante sus últimas dos décadas y media de vida, Carlos Rojas trabajó en una nueva comprensión del tiempo y de su relación con lo real. Con distintas estrategias pictóricas, enfrentó la miopía de las argumentaciones de quienes han anunciado por años, sin éxito, la muerte de la pintura.

El pintor entonces generó otras interpretaciones para el medio, mientras incrementó su cercanía a los artistas más jóvenes y contagió sus indagaciones de las búsquedas más progresistas. Jamás abandonó su intensa relación con el coleccionismo, con la naturaleza y con la jardinería, por lo que es justo aclarar que en los últimos trabajos también están presentes las apreciaciones que le despertaron el mundo natural y otras formas creativas, expresadas en ese tiempo de una manera más compleja.

En el período de trabajo que acoge esta muestra, el artista fue consciente de que su obra llegaría a ser entendida en el siglo XXI, cuando los desarrollos de la ciencia y de la tecnología permitieran aproximarse de una manera distinta al mundo y, por tanto, al entendimiento de lo real y de sus pautas matemáticas y geométricas. También, cuando la ampliación de la consciencia ecológica acompañara el crecimiento de la importancia de la vida espiritual.

Carlos Rojas fue ante todo un místico que comprendió al arte como un lenguaje ideal para expresar las formas esenciales en que se manifiesta la inmensidad de lo divino.


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Sobre el artista

Carlos Rojas nació en Facatativá, en 1933. Terminó el bachillerato en Bogotá, en el Colegio Virrey Solís, y en 1953 se matriculó en la facultad de Arquitectura de la Universidad Javeriana. Durante ese momento se mantenía económicamente haciendo y vendiendo en la calle retratos, paisajes y copias de las imágenes de los toreros que aparecían en las cajas de fósforos.

En simultáneo con sus clases de arquitectura, también estudió pintura en la Escuela de Bellas Artes. Fue un autodidacta en la medida en que prefirió, antes que los diplomas, la libertad para estructurar un camino y lenguaje propios. En consecuencia, viajó por el mundo en busca de nutrientes para sus diversas pasiones. Vivió en Roma, recorrió Italia, conoció los principales museos de Europa, visitó México y Canadá, y su paso por Nueva York fue determinante en su carrera.

A donde fue investigó sobre las expresiones de las artes visuales, la música, la arquitectura, el diseño, la artesanía, la ciencia y la tecnología.

Desde 1976 pintó sus obras más conocidas: la serie “América”, realizada en acrílico o esmaltes industriales, en la que hizo estudios de color y sus posibles relaciones y combinaciones, en pinturas de bandas delgadas con ligeras variaciones tonales de bordes imprecisos, como un rayado horizontal o cuadrículas que semejan tejidos.

A partir de 1980 realizó las obras “A la búsqueda de El Dorado”, pinturas monocromáticas con sutiles variaciones en superficies doradas, plateadas o cobrizas; y sus obras recientes, umbrales, donde el artista regresó al informalismo y trabajó superficies matéricas muy texturadas, que complementó con maderas y objetos encontrados.

Abstracción

Carlos Rojas murió en mayo de 1997, a los 64 años, después de organizar la exposición “Papeles Pegados”. Durante su larga carrera exploró la abstracción desde distintas aproximaciones plásticas, como la pintura, el ensamblaje, la escultura, en las que, como pasa con la abstracción, cargó de una espiritualidad que nace del material, del silencio, de la falta de referencias claras a ese mundo de formas, figuras e imágenes que tanto puede agobiar.

La obra de Carlos Rojas aborda, desde la abstracción, el uso y la relación con el material, que bien podía ser pintura, tierra o esa cantidad ingente de “cositas” que recogía en la calle, no como una creación, sino como el “producto de una serie de cosas cuyo resumen se llama cuadro”, explicó en una entrevista con María Cristina Laverde Toscano en 1987.

Inicialmente hizo pinturas topográficas con planos proyectados en diagonal; después vino la serie “Ingeniería de la visión”, pinturas, collages y esculturas, en los que una escueta banda que describía una trayectoria de ángulos rectos sobre el lienzo o el espacio daba prioridad a un recorrido lineal.

Siguieron sus “Pueblos”, pinturas en las que bandas en colores planos, horizontales o verticales, sobre bastidores romboides, recordaban las fachadas de nuestra arquitectura popular. En los años setenta trabajó, dentro del mismo concepto geometrizante de líneas y planos, las series “Signos y señales”, “Límites y limitaciones” y “Espacios y dimensiones”.

Su obra ha merecido un buen número de distinciones, entre otras: un premio-adquisición en el Primer Salón Intercol de Pintura Joven (Bogotá, 1964), el tercer premio en el Primer Salón de la Universidad Nacional (Bogotá, 1964), el primer premio especial en Pintura en el XVII Salón de Artistas Nacionales (1965), el primer premio en Pintura, con obras de su serie Ingeniería de la visión, en el XX Salón de Artistas Nacionales (1969) y una bolsa de trabajo en el XXIV Salón de Artistas Colombianos.

La exposición estará abierta al público hasta el sábado 3 de septiembre de 2022, en el horario de atención de lunes a viernes de 9:30 a.m. a 6:30 p.m. y sábados de 11:00 a.m. a 6:30 p.m. en jornada continua.