La alta tecnología alardeó de su capacidad de resistencia a los problemas económicos y de revolución de nuestras formas de vida, el lunes durante la apertura del mayor salón mundial del sector, el Cebit, en Hanóver, en el norte de Alemania.
"Hemos hecho mucho para estabilizar el euro, un poco para consolidar los presupuestos, pero (...) todavía no hemos encontrado un complemento del que debe venir exactamente el crecimiento. La industria informática es una posibilidad de crecimiento", estimó la canciller alemana Angela Merkel durante la ceremonia de inauguración del salón.
"En estas situaciones (económicas) difíciles, la alta tecnología es el mejor apoyo a la coyuntura", había asegurado a mediodía el presidente de la Federación alemana de la Alta Tecnología (Bitkom), Dieter Kempf.
En Alemania, el sector debería crecer un 1,4% en 2013, ciertamente menos que el 2,2% de 2012, pero sí más que el 0,4% de crecimiento con el que, por ahora, cuenta el gobierno alemán para el conjunto del país.
Los 153.000 millones de euros de ingresos que se esperan en Alemania, así como los 2,7 billones con los que se cuenta a nivel mundial en el campo de la alta tecnología, serán en gran parte generados por los smartphones y las tabletas, así como por soportes de software, especialmente relacionados con la gestión de datos a través de internet (cloud computing).
Si el "cloud computing", la gestión de los flujos masivos de datos y la seguridad de los sistemas se encuentran todavía entre los principales focos de interés de los profesionales del sector, la edición de 2013 del Cebit quiso centrarse en la acción de compartir y en la apertura.
Compartir con un nuevo tipo de economía abierta, basada en el intercambio e inspirada por el auge de las redes sociales. Esto último, a su vez, fue posible gracias a los avances tecnológicos en materia de software, ordenadores, smartphones..., como subrayó Kempf.
La apertura a las start-ups (empresas de nueva creación), a Asia y a África, actores cada vez más presentes en la escena informática, pero también a los clientes de la alta tecnología, como el director ejecutivo de EADS, Tom Enders, primer industrial invitado a pronunciar el discurso de inauguración.
Explicando la necesidad de seguridad máxima de su industria, las múltiples certificaciones que se necesitan y los largos periodos de tiempo de desarrollo y de producción, el responsable de EADS, que vino acompañado de un robot espacial, subrayó "el abismo" que todavía existe entre los avances de la industria informática y las necesidades del sector aeronáutico y espacial.
Por su lado, la canciller insistió en la necesidad de que los desarrollos tecnológicos "estén acompañados de desarrollos sociales" y que sean seguros.
Lejos de su época dorada de principios de los años 2000, el Cebit sigue siendo de lejos el salón más importante de alta tecnología con unos 4.000 expositores.
Desde el martes, día en que tiene lugar la inauguración oficial, los visitantes, que superaron los 300.000 el año pasado, podrán descubrir los más improbables gadgets: desde un carrito de supermercado que guía por los lineales en función de la lista de la compra hasta un sofá que hace practicar deporte permaneciendo sentado ante la televisión.
AFP