Físicos respaldados por el Pentágono anunciaron que han concebido un sistema de "invisibilidad temporal" capaz de volver un acontecimiento indetectable durante una ínfima fracción de segundo.
Este dispositivo experimental se inspira en las investigaciones sobre la famosa "capa de invisibilidad" popularizada por Harry Potter. Pero en lugar de tratar de esconder un objeto en el espacio, lo oculta en el tiempo, según el estudio publicado por la revista británica Nature.
"Nuestros resultados representan un paso significativo hacia la obtención de una capa espaciotemporal completa", señala el estudio, dirigido por Moti Fridman, de la Universidad Cornell de Nueva York.
El avance de los físicos explora el el hecho de que las frecuencias de la luz se mueven a dificultades ligeramente diferentes.
Esta capa de invisibilidad "temporal" empieza con la difusión de un rayo de luz verde por un cable de fibra óptica. Este rayo atraviesa una lente que lo divide en dos frecuencias distintas: una luz azul que se propaga un poco más rápidamente que el rayo verde original, y otra roja ligeramente más lenta.
La minúscula diferencia de velocidad entre los dos rayos obtenidos se incrementa interponiendo un obstáculo transparente.
Se crea así una especie de "desfase temporal" entre los rayos rojo y azul que viajan por la fibra óptica.
Un intervalo diminuto, de sólo 50 picosegundos (50 millonésimas de una millonésima), pero suficiente para intercalar una descarga de láser de una frecuencia diferente de la luz que pasa por la fibra óptica.
Tras esta descarga, los rayos rojos y azules sufren un tratamiento inverso: un nuevo obstáculo acelera esta vez el rojo y desacelera el azul, y una lente reconstituye los dos haces para producir un único rayo verde.
La ráfaga de láser, de 40 picosegundos de duración, no forma parte del flujo de fotones de la luz reconstituida, y por tanto es indetectable.
El experimento se asimila a un paso a nivel que corta una carretera muy transitada, explican en un comentario separado Robert Boyd y Zhimin Shi, ingenieros ópticos de la también neoyorquina Universidad de Rochester./AFP