EL PASADO lunes falleció quien sin duda fue uno de los grandes pensadores que ha tenido Colombia. El profesor Roberto Zarama, dedicó su vida a pensar el país desde los sistemas complejos y a plantear proyectos de educación e investigación que transformaron vidas.
El profesor Zarama se graduó de matemático de la Universidad Nacional de Colombia y desde esa época ya era un líder estudiantil. Se hizo doctor de la Escuela Superior de Estudios Sociales de París e hizo el posdoctorado en el College de France.
Las noticias sobre su partida se centraron en que fue el ideólogo y creador del programa Ser Pilo Paga, el programa bandera del gobierno de Santos para llevar a los mejores estudiantes de escasos recursos a las universidades de alta calidad del país. Sin embargo, eso fue uno de los aportes del profesor Zarama a la sociedad.
Roberto tenía vínculos familiares de la otra Colombia, su padre nariñense, y por la familia materna un abuelo de Nóvita – Chocó. Seguro por eso, siempre pensó en el cierre de brechas sociales entre los centros del poder del país, de los cuales también fue cercano, con la periferia. Por ejemplo, el programa para el mejoramiento de la educación del Chocó denominado Jóvenes Líderes por un Nuevo Chocó, fue parte de sus ideas. Desde allí, se implementaron estrategias como el acompañamiento entre instituciones educativas, el proyecto maestros líderes en el aula o un programa inspirado en Ser Pilo Paga, para llevar a los mejores bachilleres del departamento a formarse en las mejores universidades del país y regresar a transformar la región.
Varios de sus colegas reconocen que Roberto fue un académico que logró potenciar la investigación en el país y salir de los laboratorios para llevar transformaciones sociales. Conoció el sistema educativo desde todos los ángulos, fue profesor de colegio, vicerrector del colegio Anglo–Colombiano, asesor de varios ministros de educación. Hizo el estudio más completo sobre la Contraloría General de la Nación, e inclusive para sus investigaciones se sumergió en un circo.
Sus obsesiones se centraban en la calidad de la educación y en la búsqueda de la colaboración entre diferentes sectores. Como director del departamento de Ingeniería Industrial le dio el gran salto de transformación a la universidad de los Andes. En cuatro años logró la acreditación, convertir la facultad de ingeniería de la universidad en la mejor del país y dar el salto con énfasis en la investigación.
Por otra parte, era un convencido en la necesidad de formar doctores en Colombia y en buscar la creación de doctorados en el país. Por ello mismo, acompañó todas las estrategias para implementar la acreditación institucional de alta calidad en la educación superior. Por esa vocación de buscar colaboración, de promover la exigencia, la calidad y el acceso a la educación se ganó varios detractores, el profesor a diferencia de muchos de ellos, siempre presentó sus propuestas con fundamentos teóricos, técnicos, como buen matemático con evidencias y estudios.
Como académico es sin duda uno de los colombianos que más documentos y libros publicó, más de 40 libros, citado en más de 290 artículos y co-autor de 106 publicaciones según la plataforma scopus.
En esa vocación por generar conocimiento y formar talento humano, fue el cerebro de la Fundación Ceiba, donde creó un equipo para estructurar proyectos de formación de talento humano, formación de doctores y maestros, apoyo para estancias posdoctorales. Hoy profesionales de Bolívar, Nariño, Chocó, Cundinamarca, Amazonas, Casanare entre otros departamentos deben parte de sus logros en formación e investigación a las acciones de Roberto Zarama.
Siempre será difícil despedirse de quien tanto han aportado al país. Siempre luchó por sus ideales, fue justo con un pequeño grupo de personas quien salvó a la Universidad San Martín de la desaparición. Por supuesto, cuando tomaba las decisiones se ganó enemigos, amenazas y odios. Hoy cuando su trabajo fue exitoso, salen otros a dar la cara y a celebrar los logros, por eso no se debe olvidar nunca quienes son lo que de verdad han trabajado por transformar al país con la educación.
Roberto asesoró políticas en educación superior en varios países, Perú, México, Australia, Chile, entre otros. Hizo grandes aportes para los temas de financiación de la educación superior, un visionario que siempre iba adelantado en las ideas que los demás. Gracias profesor Zarama, un gran maestro, un guía, un líder y una verdadera pérdida para la educación y la investigación en el país. La historia, le reconocerá todos sus esfuerzos.