El gigante de internet Google anunció en Washington que iba a donar tres millones de dólares a tres asociaciones que luchan contra la esclavitud moderna en Europa, en Asia y Estados Unidos, para ayudarlas a analizar las montañas de datos.
"Hay muchas organizaciones de ayuda humanitaria en el mundo, pero no tienen contacto entre sí", dijo a la AFP Jared Cohen, quien dirige el grupo de reflexión e innovación Google Ideas.
"Los datos no se superponen. Si se llama a una asociación, los datos no alimentan a un sistema más amplio", dijo Cohen.
Las organizaciones beneficiadas son La Strada International, en Amsterdam, que se ocupa de Europa Central y del Este; la Liberty Asia, con sede en Hong Kong, y el Proyecto Polaris, en Estados Unidos. Ellos acumulan decenas de miles de llamadas.
"Reunir todos los datos permitiría mostrar tendencias que no veríamos de otra manera", añadió.
A escala mundial, el tráfico de personas, prostituidas como trabajadores forzados, abarcó a cerca de 21 millones de almas y cada año genera 32.000 millones de dólares en ventas, según Cohen.
La iniciativa fue anunciada en las oficinas de Google en Washington, cerca de la Casa Blanca, que al mismo tiempo publicó un plan estratégico para las víctimas de la trata de personas.
En un comunicado, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, dijo que en 2012, las autoridades estadounidenses habían "llevado a cabo un número récord de consultas" y ayudó a "más de 1.200 víctimas" de esa esclavitud moderna
En Estados Unidos, por ejemplo, las "líneas telefónicas abiertas por las organizaciones de ayuda reciben dos veces más llamadas los miércoles que cualquier otro día", aseguró Cohen. En la actualidad no se sabe por qué, pero tal vez más coordinación permitiría comprender por qué se da ese pico de llamadas entre semana.
También se puede observar que las llamadas de trabajadores obligados a hacer ventas a domicilio, que en realidad son estafas, son más comunes en los países del norte en verano y del sur en invierno, dijo.
El proyecto también podrá ayudar a la policía y las asociaciones a discernir dónde y cuándo intervenir de forma más eficaz.
AFP