Las estrellas de la música dejaron mucha piel al descubierto en la alfombra roja de los Grammy el domingo en Los Ángeles, rezumando "sex appeal" y atreviéndose con osados modelos en la noche más importante de la industria musical en Estados Unidos.
La princesa del pop Katy Perry, que aspira a dos premios por su canción "Roar", acaparó las miradas con un vestido blanco de gasa blanco de Valentino, con notas musicales dispersas en la falda.
Cuando Ryan Seacrest del canal de televisión E! le preguntó por su actuación en la 56a edición de los premios Grammy, Perry replicó que sería "muy espeluznante".
Taylor Swift, candidata al codiciado premio al Álbum del Año por "Red", brillaba en un ceñido vestido dorado metálico de manga corta de Gucci, con una atrevida abertura en la parte posterior, y el pelo recogido en una sencilla cola de caballo.
La nominada a la Canción del Año por "Give Me a Reason", Pink, optó en tanto por el glamour de un vestido de corte sirena rojo Ferrari de Johanna Johnson.
Los Grammy han sido escenario de algunos hitos en términos de moda: el escotadísimo vestido verde de Versace que llevó Jennifer López en la edición del 2000 sigue siendo considerado un punto de referencia.
Alicia Keys, ganadora del Grammy al Mejor álbum de R&B por "Girl on Fire", llevaba un vestido azul cobalto Armani con un profundo escote y detalles negros y brillantes en la cintura.
Madonna desfiló con un traje negro de chaqueta de Ralph Lauren con corbata, cruz, sombrero y bastón, con los labios rojo pasión como única nota de color. Su hijo David, que según la cantante la había ayudado a elegir el atuendo, la acompañaba vestido casi igual.
Cyndi Lauper, ganadora del Grammy al Mejor álbum de musical de teatro por su espectáculo de Broadway "Kinky Boots", llevaba un abrigo negro con capa de Alexander McQueen y leggings, bien estilo diva del rock.
Las estrellas masculinas presentes en el Staples Center en el centro de Los Ángeles no decepcionaron.
La estrella del hip hop Macklemore, ganador del Grammy al artista Revelación del Año, y el cantante de "Blurred Lines" Robin Thicke vestían chaquetas de esmoquin de terciopelo, el primero color turquesa, el segundo azul marino de Armani.
El anfitrión de los Grammy, el rapero devenido en actor LL Cool J, también fue con una chaqueta de terciopelo, pero violeta.
Ryan Lewis, que conforma el celebrado dúo de rap con Macklemore, llevaba un traje negro y gris, mientras que el rapero Kendrick Lamar optó por un ajustado traje azul pizarra, con una camisa de color negro debajo.
El dúo francés de música electrónica Daft Punk sobresalió con un accesorio diferente: los brillantes cascos que son su marca registrada.