El comienzo de una dieta o una rutina de ejercicio no pueden ser mejor. Hacer cambios en las comidas y en la rutina diaria genera resultados increíbles que se ven reflejados en la balanza. Pero a medida que avanza el tiempo y la meta de perder el peso propuesto se acerca,  las expectativas se disuelven, pues perder los últimos 5 kilos parecen imposibles de bajar, sin importar cuan saludable se hallan convertido los hábitos de vida.

Debido a un proceso llamado termogénesis adaptativa, el cuerpo aprende a funcionar de manera eficiente con menos calorías, lo que significa que el metabolismo se vuelve más lento. Un estudio de la Universidad Laval en Quebec, han encontrado que cuando el cuerpo pierde peso y pasa a través de la termogénesis adaptativa, se desarrolla una resistencia a la eliminación de la grasa como mecanismo de defensa.

Pero no hay de qué preocuparse, aquí les damos algunos consejos para que esos cuantos kilitos no le hagan la vida imposible:

·         Planifique el menú: la organización resulta fundamental para lograr una dieta más sana y equilibrada. Por eso, planificando el menú para la próxima semana o días puedes lograr grandes resultados. Aunque después se puede hacer modificaciones, vaya con el menú en la mano a comprar los alimentos necesarios y la cantidad señalada. Recuerde no añadir al carro de compras bocadillosque tengan muchas calorías o que le gusten demasiado, sencillamente evite la tentación. No olvide ser cuidadoso son la preparación de la comida, manténgase lejos de la grasa, azúcar y sal.

·     Duerma lo suficiente: recuerde que debe dormir entre 7 y 8 horas diarias para no sumar estrés a al organismo y entorpecer los nuevos hábitos de vida. La deuda de sueño incrementa el apetito y reduce el movimiento diario, al mismo tiempo que agrega ansiedad y que se ve reflejada en la ingesta masiva de alimentos, por ello, procure descansar lo suficiente.

·     Coma más proteínas: con la idea de comer vegetales y fibra, es fácil olvidarse de las proteínas y de que ésta ayuda a mantenerse satisfecho por más tiempo, lo que evita la ingesta de alimentos entre comidas. Como opciones de proteínas saludables  están el yogurt bajo en grasa, queso descremado, huevos, frijoles, pescado y carnes magras a la parrilla, al vapor o al horno.

·     Aumente la intensidad del ejercicio:si no tienes tiempo para ejercitarse más horas, hágalo más intenso. Cuando corra o camine en la trotadora, aumente la velocidad o hágalo inclinado hacia arriba. Otra forma sencilla de aumentar la intensidad es intentar el entrenamiento de intervalo, ya sea alternando entrenamiento de fuerza con ejercicios de cardio con el levantamiento de pesas.

·     Beba más agua:parece demasiado simple para ser verdad, pero beber más agua puede hacer una diferencia notable. Esta es la lógica detrás del consejo: a menudo, cuando se piensa que se tiene hambre, realmente sólo es sed. El agua llena el estómago y silencia las ganas de ingerir apetitos.

DEBIDO A un proceso llamado termogénesis adaptativa, el cuerpo aprende a funcionar de manera eficiente con menos calorías, lo que significa que el metabolismo se vuelve más lento retrasando las metas./