EL CINE y Gabo, una relación agridulce de la que los expertos se podrían demorar días hablando sin llegar a una conclusión sobre: ¿Por qué las películas basadas en las historias del nobel colombiano no llenaban las expectativas?
El autor de Aracataca no solo escribió guiones, también fungió como formador de guionistas, realizó argumentos para varias películas y en ciertas ocasiones también actuó. Algunas de sus obras literarias se llevaron a la pantalla grande por varios directores de cine, pero los resultados obtenidos de esta transición no fueron los mejores; de hecho, en distintas oportunidades tales cintas se catalogaron como una decepción, según lo afirmó el mismo escritor.
Inspirados en esta controversia y con el deseo de contribuir al homenaje que desde diversas entidades se le rinde al nobel, el Cineclub de la Universidad Central presentará el ciclo Gabo y el cine: amores difíciles, que contará con la proyección de películas basadas en textos del autor (libros o guiones escritos por él), tales como: En este pueblo no hay ladrones, del director Alberto Isaac; Patsy, mi amor, de Manuel Michel; Presagio, de Luis Alcoriza; La viuda de Montiel, de Miguel Littin; María de mi corazón, de Jaime Alberto Hermosillo; Eréndira, de Ruy Guerra; Crónica de una muerte anunciada, de Francesco Rosi; Un señor muy viejo con unas alas enormes, de Fernando Birri, y Milagro en Roma, de Lisandro Duque, director del Departamento de Cine de esta institución, ésta última será complementada con una conferencia que pronunciará José Ignacio Prieto, docente de ese programa.
Adicionalmente será proyectado el documental La escritura embrujada, en el cual los directores Yves Billon y Mauricio Martínez entrevistan a García Márquez en su casa de Cartagena, en 2007, con motivo de los 40 años de la publicación de Cien años de soledad. Esta proyección se complementará con el panel “Gabo, literatura vs. cine” a cargo de Isaías Peña Gutiérrez, director del Departamento de Humanidades y Letras de la Universidad Central; Roberto Burgos, director de la maestría en Creación Literaria, y Lisandro Duque, nuevamente.
García Márquez puso a prueba a los directores que quisieron hacer películas basadas en sus obras literarias, pero ninguno pareció responder a las mágicas tramas plasmadas en su literatura. Tal reto no fue superado por nadie y así lo afirman la mayoría de los críticos. Esto confirma que Gabo y el séptimo arte tuvieron encuentros y desencuentros.
Además de ser escritor y periodista, García Márquez fue cinéfilo por antonomasia. Desde niño quiso ser director, en la década de 1950 estudió cine en Roma, fue uno de los fundadores de la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños de Cuba, elaboró guiones y fue presidente de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano.