EL SECTOR de la música continúa en su batalla por llevar la cultura a las diferentes ciudades del país en medio de la contingencia por la pandemia del Covid-19 a través de “Música para la reconciliación”, un programa que define una ruta de formación virtual, remota y radial.
El programa, liderado por el Ministerio de Cultura y la Fundación Nacional Batuta, en respuesta a los cierres de los centros de educación musical de la institución ofrece algunos ensambles de iniciación y formación coral, por medio de diferentes recursos digitales y radiales con el apoyo de la Radiodifusora Nacional de Colombia, dirigidos a niños y jóvenes.
La implementación de esta estrategia de formación virtual musical, que comenzó el pasado 20 de abril, irá hasta el 20 de junio de este año, donde los niños podrán acceder, junto con su entorno familiar, a dos sesiones semanales de 40 minutos cada una, para desarrollar actividades pedagógicas que buscan experimentar la música como un elemento integrador a la vez que fortalecer habilidades gracias al acceso a tutoriales, videos, podcasts, entre otras herramientas del universo de las nuevas tecnologías de la comunicación, en las que encontrarán lecciones para el desarrollo vocal y rítmico, audición de canciones, creación colectiva de letras, composiciones y práctica coral.
Teniendo en cuenta el concepto del Ministerio de Educación Nacional, en el que afirma que “el desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicación, TIC, ha abierto un sinnúmero de posibilidades para realizar proyectos educativos en el que todas las personas tengan la oportunidad de acceder a educación de calidad sin importar el momento o el lugar en el que se encuentren”, y que estas estrategias eliminan tanto el tiempo como la distancia, dos obstáculos presentes en los procesos de aprendizaje, la Fundación Nacional Batuta ha creado esta estrategia encaminada a garantizar la formación musical virtual de un 30% de los beneficiarios del programa que puede acceder, según la información del Sistema de Información y Gestión de Estudiantes Batuta, a Internet y datos móviles, además de la estrategia de formación musical remota para el 70% restante de beneficiarios a través de medios alternativos.
Para albergar este conocimiento y facilitar la interacción, se creó la plataforma virtual Batuta, que amplía las posibilidades para que un número mucho más significativo de niños, niñas, adolescentes y jóvenes del país acceda a la formación musical como un componente esencial de su desarrollo integral.
En el nuevo escenario propuesto por la Fundación Nacional Batuta, los docentes han trabajado en la construcción de herramientas alrededor de la tecnología educativa y han realizado ajustes a los ejes transversales de formación, propias del modelo académico con la intención de redefinir los alcances formativos que se adaptarán a las posibilidades que ofrece la virtualidad en cuanto al desarrollo vocal, auditivo, de la lectoescritura musical, rítmico, expresivo, de la creatividad y social relacional.
Así mismo, durante el confinamiento, se dará continuidad al proceso de acompañamiento psicosocial el cual ayuda a conservar la estabilidad emocional de los beneficiados del programa mediante la activación de espacios virtuales para el aprendizaje, la escucha y el apoyo en casos específicos; brinda la sensación de normalidad a través de la continuidad de las rutinas y sus procesos de enseñanza musical; mantiene activa la red de la comunidad Batuta para establecer espacios que permitan que niños y jóvenes interactúen y sigan en contacto virtual mediante una comunicación cálida y cercana. Además, se vincula a las familias con las acciones musicales para enriquecer la nueva dinámica en los hogares.
“Batuta significa un lugar donde podemos expresarnos mediante la música. Lo que más me gusta de la Fundación es que brinda muchas oportunidades, como me las brindó a mí, y que cambió mi perspectiva de la música”, expresó Dayan Silva Durán, estudiante de la Fundación Nacional Batuta.