Explosiones ocurridas en la superficie del Sol en los últimos días generaron la mayor radiación y tormenta geomagnética experimentada por la Tierra en cinco años, que podría perturbar las comunicaciones y los vuelos, dijo un experto en clima espacial.
Se espera que lo peor de la tormenta impacte en la Tierra en la madrugada del jueves, hora de Estados Unidos, y que dure hasta el viernes. Esto podría alterar las redes eléctricas, los sistemas de GPS y los satélites, y obligar a los aviones a cambiar sus rutas cerca de las regiones polares.
"El clima espacial se ha vuelto muy interesante en las últimas 24 horas", dijo Joseph Kunches, un científico del clima espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés).
La perturbación comenzó la noche del domingo en una región activa del Sol denominada 1429, con una gran llamarada solar asociada con una ráfaga de viento solar y plasma conocida como una eyección coronal de masa que se precipitó hacia la Tierra.
Posteriormente tuvo lugar otra llamarada solar y eyección coronal de masa hoy a las 00H24 GMT, lo que desencadenó una fuerte radiación solar y tormenta geomagnética, ambas en el nivel tres en una escala de cinco.
Las llamaradas solares solo causaron breves apagones de radio de alta frecuencia que ya han finalizado.
Pero la tormenta espacial que se avecina probablemente brinde a los espectadores en Asia Central una visión privilegiada de la aurora boreal la noche del jueves, además de alterar el funcionamiento de algunos de los aparatos más preciados de los terrícolas, dijo Kunches.
Esta tormenta espacial es probablemente "la más fuerte desde diciembre de 2006", señaló el experto, quien destacó, sin embargo, que la Tierra experimentó un apagón de radio más fuerte en agosto pasado.
"Sin embargo, en masa, si se juntan los efectos geomagnéticos y los efectos de radiación solar, la pondría a la par con una al final del último ciclo solar que terminó hace más de cinco años".
Los satélites, los sistemas de alta tensión, e incluso los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) podrían verse afectados por la tormenta de radiación. Los astronautas incluso podrían tener que buscar refugio en partes más protegidas del laboratorio orbital, como lo han hecho en el pasado.
"Hemos estado hablando con las aerolíneas comerciales y sabemos que algunas ya han tomado medidas para cambiar sus rutas, para ir más lejos de los polos", agregó Kunches.
Podría haber más de este tipo de tormentas en los próximos días, porque la región 1429 se espera que permanezca activa, advirtió./AFP