En un espacio intrigante, oscuro y fotosensible se lleva a cabo un ritual de purificación, en donde el cuerpo recibe la cultura del lugar y sus inercias para crear una ilusión. La Fundación Gilberto Alzate Avendaño presenta hoy una muestra única bajo la dirección del artista español Alfonso Borragán, quien acompañado del chef Alberto Romayor y de 40 personas realizarán las fosfofagias.
Estas son ceremonias colectivas en donde los participantes hacen un ritual de ingestión de luz. Los comensales son incitados a la creación y a la acción cuando su cuerpo ingiere la obra, convirtiéndose en el soporte que genera la imagen, su cuerpo deviene materia fotosensible.
La obra no finaliza ese día, la luz ingerida se expulsa en forma de desecho en heces, orina, saliva o lágrimas al día siguiente provocando fluorescencia en ellos. Así la pieza se consume y cuando cesa se guarda en la memoria por la experiencia de los órganos perturbados, dejando sólo como testimonio los cadáveres de lo que durante la celebración haya sucedido y el recuerdo se imprime en la memoria de los comensales y la propagación que de ella hagan.
La comida como nexo cultural alrededor del mundo, esconde tras de sí todas las esferas de una sociedad y de su historia. Es un espacio de intercambios, un lugar en el que la creación intelectual se combina con la celebración colectiva. Un grupo reunido en torno a una mesa genera un incentivo de aproximación y comunicación que enlaza el ritual antiguo con las costumbres de una sociedad moderna. Este proyecto, que se realizará hoy, es organizado por la Consejería Cultural de la Embajada de España en Colombia.
Alfonso Borragán, artista Santanderino multidisciplinar. Actualmente trabaja y vive en Londres. Estudió Bellas Artes en la universidad de St. Jordi de Barcelona y posteriormente siguió su formación en el MFA de la escuela de Slade, en Londres.
Se dedicó al arte porque es el canal que mejor le permite desarrollar sus ideas. Sólo le interesa la obra cuando esta canaliza una experiencia. Crea instalaciones que nacen para consumirse, convirtiéndose en experiencias que pretenden modificar de algún modo la percepción de la realidad, interferirla o simplemente imaginarla. Construye situaciones y dispositivos que amplían la percepción física y vivencialmente.
Su obra sólo vive a nivel simbiótico, integrada al hombre, un trabajo orgánico que sólo se acciona a través de él y desaparece con él. Sus dispositivos se consumen con la experiencia, que a su vez dilata la obra y la expande a través de la transmisión oral, el espacio humano de crecimiento, la comunicación de historias y la memoria. Experimenta con matrices de libertad que generan la magia, el ilusionismo de lo oculto, el juego o la alquimia, ubicando y rebuscando constantemente el lugar donde las cosas ocurren: en el rito de la comida, lo pagano de una fiesta, la tranquilidad de los alpes, el movimiento del río, la punta de los árboles.
Ha desarrollado y compartido trabajos en España, Portugal, Alemania, Reino Unido, Suiza, Noruega e India. Sus últimos trabajos han podido verse en Slade School of Fine Arts, Londres (Aether); en Khoj Artist Association, India (Fosfofagia 03); en StudioP52, Barcelona (Documentation of 19 days living in a cave) o en Blackboxxx, Basel (Watergames).
Como docente ha impartido clases y talleres en la Swansea Metropolitan, en la Universidad de Cantabria, en la Universidad de Barcelona, en el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña.