Piezas que reflejan los rezagos de la violencia tanto en la política, la sociedad y la cultura es la esencia de “Nada que cesa”, una apuesta del artista colombiano por hablar mediante su arte de lo que nadie se atreve o sobre lo que todos olvidaron: una mirada hacia la condición humana abiertamente.
La muestra presentará obras anteriores revisitadas, inéditas y realizadas especialmente para la exposición con fotografía, escultura, video e instalación. Su trabajo expuesto estará relacionado directamente con problemáticas sociales y medioambientales, temáticas que alcanzan una resonancia universal. “Nada que cesa” será inaugurada desde el 20 de este mes y estará abierta al público hasta el 14 de junio en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (Mambo).
Arias evidencia en sus obras temas como la construcción de nación, las relaciones de poder, la política, la violencia, el conflicto armado, las dinámicas represivas que han determinado las instituciones religiosas y políticas en el ser humano.
El nombre de la exposición, surge como reflexión a una de las frases emblemáticas del himno nacional de Colombia: “¡Cesó la horrible noche!” que fue parafraseada por el entonces presidente Juan Manuel Santos, en su alocución durante la firma de los Acuerdos de Paz con las FARC, en 2016: “Colombianos... ¡Cesó la horrible noche, cesó la horrible noche de la violencia que nos ha cubierto con su sombra por más de medio siglo!”. Pero esa noche no cesa, según Arias.
“La horrible noche no ha cesado porque después de los Acuerdos de Paz se han incrementado los asesinatos de líderes sociales, la violencia y la explotación minera; excombatientes de las FARC han retomado las armas por falta de cumplimiento en los acuerdos y miles de personas protestan por la inconformidad que tienen con el Gobierno actual”, dice Arias.
Con esta exposición, el artista colombiano quiere despertar una conciencia colectiva frente al hecho que estamos matando a la gente que está defendiendo el territorio y la humanidad. “La polémica investigación de Arias está completamente arraigada a la compleja realidad sociopolítica de Colombia. Él denuncia el intolerable exceso de violencia política, social y cultural que intensifica los problemas que afectan al país y, por extensión, que implican a la sociedad contemporánea”, explica Eugenio Viola, curador y jefe del Mambo, así como curador de “Nada que cesa”.
Con más de 50 obras, la exposición busca que los visitantes reaccionen, sin conseguir posturas fijas ni correctas, a través de piezas basadas en símbolos nacionales que Arias apropia, desdibuja y recontextualiza con otros íconos de poder como la bandera y el himno de Colombia, desde donde surge el título de la muestra, las armas, vista en la obra “Bala”, 2017 o el escudo nacional, vista en la obra “Escudo Águilas, 2012”, entre otras representaciones que son antiguas y que en la exposición se actualizan.
“Mi obra no es fácil de digerir, no es lo que tú quisieras ver en realidad, lo común, lo que le gusta a las masas, lo que está bien y es bonito. El arte tiene esa cuestión de transmitir que puede ser decorativo o verse bien colgado en la pared, pero yo no voy mucho con eso porque hay otras cosas que hay que decir y formas de mostrarlo que pueden no ser cómodas para la gente”, dice Arias.
Su trabajo está entre una denuncia y un mensaje que incomoda: “Nada que cesa” enfrenta problemáticas que no se hablan, que se silencian o que molestan a ciertos grupos de la sociedad. Arias convoca a los visitantes a dialogar en debates abiertos e inclusivos en el Mambo.