Schiaparelli no había desfilado desde 1954, pero el lunes la legendaria casa de modas rival de Coco Chanel regresó a las pasarelas de la alta costura en París con 19 modelos llenos de fantasía y excentricidad.
Los invitados tenían cita en la plaza Vendôme, cerca de la histórica tienda Schiaparelli y para acceder al desfile, caminaron sobre una alfombra "rosa shocking", el fucsia extremo al que quedó asociado el nombre de la marca.
Luego atravesaron una jaula en bambú dentro de la cual hay un cerezo en flor, igual que en la tienda original de Elsa Schiparelli.
La italiana formó parte de la renovación de la moda a principios de los años 30. Diseñadora audaz, rodeada de artistas como Cocteau o Dalí, ifluenciada por los surrealistas, fue además la gran rival de Coco Chanel.
Su fantasía estuvo muy presente en el desfile, sobre todo en los sombreros. No es de sorprenderse: Schiap´, como la llamaban los franceses, era conocida por sus sombreros excéntricos, como uno famoso con forma de zapato.
Las modelos tenían el pelo teñido de azul, otras llevan plumas en la cabeza o un sombrero puntiagudo.
También hay mucha fantasía en los vestidos, muy modernos y fáciles de llevar. El primer modelo, de hombros descubiertos, es un vestido largo drapeado de seda. El estampado pintado a mano --como en las demás siluetas--, se llama "el cielo estrellado": sobre un cielo azul oscuro, las estrellas, tema recurrente de Elsa Schiaparelli, son color "rosa shocking" y marfil. Un vestido bustier de seda azul y dorado se acompaña con una bata de muselina de seda azul oscuro.
Sorpresa en el calzado: las modelos llevan sandalias chatas. Pero son en cocodrilo, decoradas con plumas en algunos casos.
Si tuviese que resumir la colección en dos palabras, Marco Zanini, nombrado director creativo de la casa en septiembre, hablaría de "excentricidad" y "elegancia".
"Partí de las telas y estampados exclusivos de la casa. Y trabajé con los talleres de París. Es una forma de trabajo artesanal", cuenta el creador italiano, ex creador para la casa Rochas.
Para la colección, hizo trabajar a las casas de bordado, incluyendo Lesage, firma con la que ya trabajaba Elsa Schiaparelli. El especialista en plumas Lemarié también participó. Igual que la casa Fabre, para los guantes y Stephen Jones, para los sombreros.
En primera fila, el diseñador Jean-Paul Gaultier se mostró entusiasta: "es muy lindo y muy poético, loco pero también fácil de llevar". Y le sorprendieron las "cosas inesperadas" que le recordaron a los surrealistas.
A su lado, la cantante y ex primera dama francesa Carla Bruni consideró la colección "magnífica y extremadamente simple". "La usaría con placer (..) es absolutamente fácil de llevar por la mujer actual", agrega la ex modelo, esposa de Nicolas Sarkozy. "Es un nuevo Schiaparelli, con un perfume de leyenda", agrega.
Elsa Schiaparelli falleció en 1973, 19 años después del cierre de su casa de modas, adquirida en 2007 por el dueño de Tod's, el italiano Diego della Valle. Hubo que esperar hasta julio de 2013 para que reviva la casa, cuando Christian Lacroix había presentado una espléndida y teatral colección "única", en homenaje a la diseñadora italiana./AFP