ExpoMilán, vitrina para “pelear” Olímpicos | El Nuevo Siglo
Lunes, 27 de Abril de 2015

Italia, que el viernes inaugurará la Exposición Universal de Milán, moverá ficha nuevamente en vistas de una candidatura a los Juegos Olímpicos de 2024, aunque el proyecto crea opiniones encontradas en un país fuertemente endeudado.

Con una población envejecida y en ocasiones desilusionada sobre su futuro, hundida en su peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial, Italia necesita un nuevo impulso, un proyecto federador para relanzarse, parece creer el jefe de gobierno, Matteo Renzi.

Su actitud contrasta con la de uno de sus recientes predecesores en el puesto, Mario Monti. El austero Professore consideró hace tres años que una candidatura de Roma a los Juegos Olímpicos de 2020 no sería "razonable", a la vista de la situación del país, por aquella época en plena crisis.

El riesgo de una suspensión de pagos parece excluida en la actualidad e Italia ha recobrado la confianza de los mercados financieros, pero su deuda pública sigue siendo astronómica (el 132,1% de su PIB, más de dos billones de euros) y no empezará a reducirse antes de 2016. 

Renzi, sin embargo, no lo ve como un obstáculo: "Italia reúne todas las condiciones para entrar en el juego, sin dejar que nuestros problemas nos impidan soñar", declaró, entusiasta, tras el anuncio oficial de la candidatura italiana en diciembre de 2014.

El proyecto "no está hecho de grandes estructuras (...), sino de grandes personas", aseguró, prometiendo que Italia estará "a la vanguardia en el sistema técnico del control de gastos". 

La decisión del Comité Olímpico Internacional se anunciará en verano de 2017 en Lima.

 

- 'Quizá merecemos algo mejor' -

 

A la espera del veredicto, la andadura de la Expo de Milán ha sido muy comentada, con grandes dosis de humor negro, en la página de Facebook "Expo Fail". "Porque quizá merecemos algo mejor", apostillan sus autores.

Su laboriosa puesta en marcha, salpicada de escándalos de corrupción mafiosa, de retrasos y de polémicas sobre la explotación laboral de los jóvenes, hace pensar que organizar unos Juegos Olímpicos, de forma transparente y economizando, no es tarea fácil para Italia.

Por otro lado, organizar unos Juegos Olímpicos de verano es "otra historia", subraya Davide Chiaroni, profesor de contabilidad y estrategia en la Universidad Politécnica de Milán.

"Los Juegos Olímpicos de Londres costaron al menos 20.000 millones de euros, diez veces más que la Expo de Milán. Además, las estructuras son más permanentes: una villa olímpica, una piscina... no pueden ser reconvertidas en un parque", recuerda.

"Es una elección más prestigiosa y de mayor exposición mediática, pero el riesgo de un gran fracaso también es mucho más elevado", asegura.

Si Renzi pretende intentarlo pese a todo es, según Chiaroni, con la esperanza de disparar un resorte psicológico, incluso "emocional", en los italianos: "crear emociones positivas y hacer volver un clima de confianza".

"La idea, también, es decir 'Nosotros somos candidatos porque Italia también debe poder tener aspiraciones'. Las eventuales consecuencias en término de visión de futuro, de inversiones y de consumo serían más duraderas", considera.

Pero no todos comparten el fervor del primer ministro: el fundador del movimiento ecogastronómico Slow Food, Carlo Petrini, cree que aunque los grandes eventos deportivos podían "ser grandes oportunidades en otra época", actualmente "no es el caso".

"El nuevo paradigma de desarrollo no pasa por la puesta en marcha de eventos costosos que aportan beneficios a corto plazo y, frecuentemente, a pocas personas. Sin duda, más vale apostar por el largo plazo, lograr una mejor educación y una mayor participación. La época de las grandes obras como momentos salvadores de la economía ha terminado", dice a la AFP.

Por otra parte, "la situación en Italia ya está comprometida por el ladrillo (...) Habría que prestar atención a los italianos, garantizar espacio vital para la agricultura", considera.

Luca, un militante del movimiento No Expo en Milán, es aún más severo: para él, la Exposición Universal y los Juegos forman parte de un mismo "modelo que ha dejado el territorio devastado por obras inútiles", que deja al país maltratado por una "deuda tóxica en beneficio de unos pocos". "Tememos que unos eventuales Juegos Olímpicos en Italia se conviertan en una enésima masacre para este país", concluye