Las autoridades estadounidenses exigen la colaboración de Apple para tener acceso a al menos una decena de iPhones en diferentes investigaciones, además de la que está en curso sobre los autores del atentado de San Bernardino, según documentos judiciales.
La empresa mostró una lista de casos distintos en los cuales se opuso a las órdenes de la justicia estadounidense, que quiere acceder a los datos almacenados en algunos iPhones. Uno de esos casos concierne, por ejemplo, a un traficante de estupefacientes en Nueva York.
"Apple se negó a intervenir los aparatos vinculados a estas órdenes", escribió Marc Zwillinger, abogado del grupo, en una carta fechada el 17 de febrero.
Apple y el Departamento de Justicia estadounidense están en plena pulseada ante los tribunales por temas como encriptación de datos, protección de la vida privada y la necesidad de la policía de acceder a la información.
En particular, las fuerzas de la ley quieren acceder al contenido del iPhone 5c de Sayed Farook, uno de los dos autores muertos del ataque yihadista en San Bernardino (California, oeste), que dejó 14 muertos en diciembre.
El FBI, que niega que pretenda violar el encriptado de los ciudadanos, quiere que los sistemas operativos tengan una llave maestra o "puerta trasera" para que sea posible acceder, de ser necesario, a cualquier teléfono inteligente.
La revelación de que hay más teléfonos solicitados por la justicia favorece la posición de Apple, que afirma que la demanda oficial de liberar la información no puede afectar a un solo teléfono en una investigación, y que la creación de una puerta trasera pondría en peligro la protección de los datos de millones de usuarios.
Según un sondeo de Pew publicado el lunes, la mayoría de los estadounidenses están a favor del FBI en este debate y apoyan el desbloqueo del teléfono.