La vida personal y artística de Sixto Rodríguez resume perfectamente aquel refrán que dice “nadie es profeta en tierra propia”. Buscando a Sugar Man, que llega hoy a los cines del país, cuenta la historia de este enigmático artista, quien sin enterarse influenció una de las revoluciones más importantes del mundo contemporáneo.
En enero de 2012 el documental Searching for Sugar Man (título original) fue estrenado en el Festival de Sundance, después de que su director Malik Bendjelloul trabajara cuatro años en él. Esta emotiva historia que le sigue las pistas a Rodríguez ganó este año el Premio Óscar a Mejor Documental, además del Bafta, el Premio del Sindicato de Directores a mejor dirección, el Producers Guild of America Awards a mejor producción, entre otros.
Las entrevistas y escenas que enmarcan la búsqueda de Rodríguez son ambientadas con las canciones más inspiradoras del artista, como Crucify your mind, Cause, I Wonder, y, por supuesto, Sugar Man. En los versos de esta última, un personaje desesperado por el paisaje desalentador que lo rodea, clama por el hombre que le suministra las sustancias que le permiten descansar de la realidad.
Una revolución inesperada
A finales de la década de los 60, Sixto Rodríguez, un músico de origen mexicano con gran proyección artística, lanzó dos discos: Cold fact y Coming from reality. Aunque recibió muy buenas críticas y sus productores creyeron haber encontrado a la nueva leyenda de la música folk -comparado incluso como el ‘Bob Dylan Chicano’- el álbum de Rodríguez fue un fracaso comercial que lo condenó al olvido. Incluso se llegó a rumorar que se había suicidado en su último concierto.
Por fortuna este no fue el final de la historia de Rodríguez. No se sabe exactamente cómo una copia de su álbum Cold fact cruzó el océano y llegó a Sudáfrica a principios de la década de los 70, donde sin planearlo fue la semilla de toda una revolución.
Sudáfrica enfrentaba días de terror y crisis a manos del régimen del Apartheid y un grupo de jóvenes rebeldes encontró en la música de Rodríguez los ideales necesarios para luchar contra el sistema. Aunque su música fue censurada en el país africano, pronto se convirtió en un ícono de la revolución y sus canciones sirvieron de himno a la resistencia de los jóvenes blancos contra el gobierno segregacionista.
A pesar de su enorme popularidad, Rodríguez nunca se enteró de su efecto entre el público sudafricano, y su vida fue un misterio para todos sus seguidores en ese país. Sin embargo, en la década de los 90, el detective musical Craig Bartholemew y Stephen “Sugar” Segerman, un empresario melómano, emprendieron la búsqueda de su ídolo. Buscando a Sugar Man es el resultado de este apasionante viaje y de la cadena de eventos que jamás hubieran esperado.
Persiguiendo una historia
El ganador del Óscar, Malik Bendjelloul ha dirigido documentales musicales durante 12 años: en 2001 dirigió el primer largometraje en este formato jamás realizado sobre los pioneros de la música electrónica alemana: Kraftwerk. Entre su trabajo se encuentra una serie documental sobre la historia del Heavy Metal e incluso ha realizado cortos documentales sobre Björk, Sting, Elton John, Rod Stewart, Madonna, Mariah Carey, U2 y Kylie Minogue.
Radicado en Estocolmo, Bendjelloul también ha trabajado con la televisión sueca dirigiendo y produciendo el Show Kobra, donde realizó documentales cortos, videoclips musicales y comerciales publicitarios.
Otro de los responsables del éxito internacional de Buscando a Sugar Man es su productor Simon Chinn, quien anteriormente produjo el multipremiado documental Man on Wire. Esta producción, también ganadora del Óscar a Mejor Documental Largo y de otros 30 premios internacionales como el Bafta, el Premio del Jurado en Sundance, el Independent Spirit Award, sirvió como carta de presentación para dar vida a la búsqueda de Sugar Man.