Se conmemoran 206 años de la Carta de Jamaica este lunes, el más conocido de los textos escritos por el Libertador Simón Bolívar en el que plasmó su visión de la geopolítica de 1815, en los albores del siglo XIX.
Después de más de 200 años, aún existen versiones encontradas entre historiadores, académicos e investigadores sobre diferentes aspectos del manuscrito del que solamente se conocen dos originales de la traducción al idioma inglés.
En custodia del Archivo General de la Nación se encuentra el más antiguo de los documentos que data de 1818, el cual fue encontrado en 1945 por Guillermo Hernández de Alba, y sus evidentes tachaduras y enmiendas de varias manos, a tinta y lápiz, dan fe de su autenticidad.
La subdirectora de Patrimonio de la entidad, Laura Sánchez Alvarado, reiteró que la Carta de Jamaica parte del patrimonio histórico que reposa en la entidad y que es de libre consulta para todos los colombianos.
"En el Fondo de la Secretaría de Guerra y Marina del AGN tenemos una versión en inglés de la Carta de Jamaica, que es un manuscrito original, y que puede ser consultada de forma digital", aseguró la funcionaria.
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Cabe mencionar que la Carta de Jamaica fue escrita por Bolívar en la ciudad de Kingston, capital de la isla caribeña, en donde el libertador permaneció autoexiliado durante varios meses tras fracasar en su intención de fundar la Segunda República en Venezuela y la continuación del imperio español en ese territorio.
Inicialmente el documento se conoció como ‘Contestación de un americano meridional a un caballero de esta isla’. Y fue en 1954 (140 años después) que monseñor Nicolás Eugenio Navarro estableció que el misterioso destinatario de la misiva era Henry Cullen, un comerciante inglés residenciado en Falmouth, costa norte de Jamaica.
Con la Carta de Jamaica el Libertador respondió a otra comunicación que recibió el 29 de agosto de 1815 de parte de Cullen, quien le expresaba su interés por la gesta libertadora en América.
En 1996 el historiador ecuatoriano Amílcar Varela Jara halló el manuscrito original como documento “anónimo” y “sin fecha”, dentro de un libro en el Archivo Histórico del Banco Central de Ecuador.
Sin embargo, lo que no se ha establecido plenamente es cómo llegó el manuscrito original a Ecuador, pero Varela Jara dice que "el profético documento tal vez fue traído hasta Ecuador por la amada Manuelita Sáenz y confiscado tal vez al ser desterrada al Perú (en 1835)".
Asimismo, afirma que este "tal vez sustraído de los bienes que fueron incinerados a su muerte en diciembre de 1856, en la localidad de Paita, ciudad peruana capital de la provincia del mismo nombre, bajo el pretexto de contagio de una epidemia de difteria". Se cree que no todas sus prendas y documentos fueron incinerados.
A continuación el documento: