El presidente de la UEFA Michel Platini inauguró este jueves en Ploegsteert (Bélgica) un monumento en recuerdo del partido de la paz que los soldados alemanes y británicos jugaron durante la tregua de Navidades de 1914, durante la primera Guerra Mundial.
"Quiero homenajear a los soldados que, hace cien años, expresaron su humanidad jugando juntos al fútbol, abriendo así un importante capítulo en la construcción de la unidad europea y sirviendo de ejemplo a los jóvenes del presente", declaró Platini, recordando que el fútbol es un "lenguaje universal".
En Saint-Yvon, a las afueras de Ploegsteert, cerca de la frontera con Francia, alemanes y británicos celebraron una tregua en Navidad tras varios meses de combates. Salieron de sus trincheras y, el día de Navidad, jugaron un partido de fútbol.
La magia navideña funcionó y los soldados confraternizaron con motivo de este duelo deportivo, en el que los alemanes ganaron 3-2, según el diario de Kurt Zehmisch, soldado alemán del 134º regimiento sajón.
"El balón sustituyó a las balas. Durante el partido, la humanidad se impuso a la barbarie", recordó el ministro de Deportes galés Ken Skates, para quien "todavía hoy el deporte consigue unir a los pueblos".
El embajador alemán en Bélgica Eckart Cuntz añadió que antes de la Navidad de 1914, "la violencia de los combates era tal que para entonces ya habían muerto 300.000 alemanes".
"Tregua de Navidad: que nombre tan mágico que recordó que los soldados eran ante todo hombres lejos de su familia", continuó Cuntz.
"La víspera de la tregua, los soldados habían enterrado a los suyos, pero en medio del horror, la humanidad se hizo un hueco con una improbable tregua", contó el francés Jean-Marc Todeschini, secretario de Estado de Veteranos de Guerra.
La ceremonia se cerró con la difusión de una película en la que los exjugadores Paul Breitner, Bobby Charlton y Didier Deschamps leían las cartas de los soldados contando lo que habían vivido, en torno a un balón, en Navidades de 2014.