La migraña es un dolor crónico que se manifiesta en toda la cabeza y que afecta a más del 43% de la población mundial. Se dice que este padecimiento es la manera en que el cerebro envía una señal de alarma para avisar que se siente agotado y necesita un descanso urgente, pues la única vía para que desaparezca es evitando los ajetreos, la luz y el sonido.
La agotante rutina en que vive la sociedad actual es la causa de que cada día más personas sufran de este mal. La migraña es una enfermedad que ha ido en aumento en los últimos 10 años y obedece a las obligaciones de los afectados, así como de los hábitos alimenticios, el estrés, la falta de ejercicio y por supuesto de sueño.
No obstante se cree que la genética también influye en la enfermedad, pues algunos estudios han confirmado que el 70% de los pacientes tiene familiares con migraña, haciéndoles más propensos y vulnerables. Sin embargo, no existe ningún avance que certifique un tratamiento de prevención.
Las hormonas también juegan un papel importante, siendo las mujeres el mayor número de afectadas, pues la influencia hormonal en ellas es más intensa que en los hombres. Y es que los episodios de migrañas suelen empeorar con la toma de píldoras anticonceptivas y la menstruación. El embarazo al contrario, ayuda a mejorarlas y ya con la menopausia, suelen desaparecer por completo.
Como combatir el dolor y sus efectos
El tratamiento efectivo se inicia con un adecuado diagnóstico, pues primero se debe descartar las causas de la cefaleas y evaluar el impacto del dolor en la vida diaria. Los pacientes deben ser educados en su condición para que lleven a cabo las recomendaciones del médico.
Entre las acciones que puede realizar el afectado se incluye llevar un calendario de dolor para evaluar la frecuencia, intensidad, y duración de los episodios y la persistencia de los síntomas asociados, como temblores, ausencias, pérdida momentánea de vista, sensibilidad a la luz, desequilibrio y vómitos.
La terapia farmacológica de la migraña incluye el tratamiento agudo y de control; incluso muchos pacientes requieren ambas estrategias. Un programa lógico debe incluir los siguientes elementos: un racional uso de los fármacos; prohibir los factores desencadenantes; apelar a tratamientos no farmacológicos; en caso de ser necesario agregar métodos preventivos para reducir la frecuencia, severidad y duración de las crisis y controles periódicos de este plan fundamental para la coherencia al método y, por ende, un buen pronóstico.
Si usted es de los que cumple al pie de la letra con la ingesta de los medicamentos recetados por el especialista, pero aun así, no se ve reflejado en la disminución del dolor, emplee estos pequeños cambios, que de seguro harán la diferencia.
Duerma bien por la noche
Los cambios en los patrones de sueño, en los horarios de trabajo y la descompensación de los mismos pueden afectar la calidad de los ciclos de sueño y producir migrañas. Por lo que se recomienda tratar de mantener una hora fija para dormir, pues crear una rutina en el descanso acostumbra al cerebro a trabajar de la misma forma lo que se necesita.
Consuma cafeína
Es una paradoja de los dolores de cabeza: ingerir demasiada cafeína puede causar dolor cefalea, pero tomar una cantidad reducida puede ayudar a que el episodio desaparezca. Los estudios han demostrado que la aspirina y el ibuprofeno son más eficaces cuando se combinan con cafeína.
No saltarse comidas
Saltarse las comidas puede desencadenar un ataque de migraña. Si es posible, trate de alimentarse cada dos o tres horas, repartiendo las comidas fuertes en porciones pequeñas.
Agua helada
Cuando se encuentre en medio de un episodio de migraña, introduzca una o ambas manos en agua helada durante el tiempo que pueda tolerar. Así mismo, combínelos chorros de agua con ejercicios, abriendo y cerrando las manos.
LA MIGRAÑA es una enfermedad que padece el 43% de la población mundial y se manifiesta principalmente por el estrés de la carga laboral.