Una ‘Escuela para Padres’ esa es la nueva tendencia en la industria de la educación que permite dar una guía y herramientas para orientar a los niños y jóvenes a través de una buena comunicación y algunos valores que ayudan a crear líneas de acción durante las diferentes etapas de crecimiento.
Ser papás es una de las etapas más importante de la vida y a su vez una de las que conlleva mayor responsabilidad, no solamente por el hecho de tener que estar presentes en la vida de los hijos, sino porque se debe trabajar para generar vínculos afectivos sólidos con ellos, y aunque no hay universidades que gradúen especialistas en la carrera de ser padres, si existe información especializada con espacios que fomenten puntos de encuentro, en las diferentes etapas de la vida, permitiendo el fortalecimiento del rol de padre o madre.
De acuerdo con Laura Rey, gerente de proyectos de Manage Consulting, en la actualidad existen tendencias y herramientas que han cobrado fuerza, debido a las diferentes situaciones que se presentan en los entornos familiares, escolares y sociales, “En el ámbito académico se han empezado a proponer espacios de educación, no solamente para los niños y jóvenes, también para los padres, donde se socializan temas acordes a la realidad que se está viviendo y se proponen soluciones de forma democrática y consensuada entre los diferentes actores sociales; dentro de estos procesos que se han comenzado a trabajar se encuentran las Escuelas de padres”.
Los principales objetivos de estas escuelas, son brindar formación a los papás y mamás, para que puedan orientar a sus hijos con su propia actuación, construir una mejor comunicación familiar y proporcionar principios y valores; además, participar de ellas tiene múltiples beneficios: la adecuada expresión de los sentimientos, promover la unión familiar, comprender la importancia del tiempo de calidad en familia, estabilidad y consolidación de las parejas y la significancia de la familia en la sociedad.
“La “Escuela de Padres” está basada en una metodología integradora que proporciona a los padres, líneas de acción en las diferentes etapas de sus hijos, para ir construyendo procesos de trabajo en la formación, a partir de lógicas de encuentro y crecimiento juntos” señala, Rey.
Es vital reconocer que el papel de los padres es educar de manera integral, pero el proceso es conjunto, el crecimiento, disciplina y construcción es uno solo entre padres e hijos, aunque varíe según cada una de las etapas: Exploradores (0 a 5 años), Aventureros (6 a 12 años), Aprendices (13 a 15 años) y Emprendedores (16 a 20 años.
Esta tendencia que ha tomado fuerza en el país, busca fortalecer esos procesos de crecimiento atendiendo la potencialidad de ciertas actividades o puntos de encuentro que son pertinentes e interesantes en cada una de las etapas de vida de los hijos, para que se conviertan en escenarios cómplices de la existencia de encuentros establecidos previamente o construidos a partir de la escucha activa y la comunicación asertiva.