Ennio Morricone, el Beethoven de las bandas sonoras | El Nuevo Siglo
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Lunes, 6 de Julio de 2020
Redacción Cultura con AFP
El secreto de su éxito: “Cuando entras en una película, la música llama a la puerta, tiene que preparar al espectador y salir sin hacer ruido, de puntillas”.

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El compositor italiano Ennio Morricone, fallecido a los 91 años, saltó a la fama por sus creaciones para el maestro del western spaghetti, Sergio Leone, mezclando música de orquesta y tradición popular, entre las más de 500 obras que compuso para el cine.

Una de sus composiciones más memorables es, sin duda, la melodía con armónica que interpreta Charles Bronson en “Érase una vez en el Oeste” (“C'era una volta il West”), en 1968.

A los seis años, Ennio Morricone, nacido el 10 de noviembre de 1928 en Roma, empezó a componer. A los 10, se apuntó en un curso de trompeta en la prestigiosa Academia Nacional de Santa Cecilia, en Roma, donde llamó la atención del profesor Goffredo Petrassi.

También, estudió composición, orquestación y órgano.

Después de formarse en la música clásica, empezó en 1961, a los 33 años, a trabajar en el mundo del cine, con “El federal” (“Il Federale”), de Luciano Salce.

Según él, la música de las películas italianas era mediocre y sensiblera, por lo que buscaba renovarla con un estilo más de Hollywood.

La fama llegó con “Por un puñado de dólares” (“Per un pugno di dollari”, 1964), de Sergio Leone. Su exitosa colaboración con el maestro del spaghetti western lo catapultó a nivel internacional.

Pero Morricone no se limitó al western. Compuso bandas sonoras para películas de época, como “Novecento” o “Vatel” y comedias como “La jaula de las locas” (“La Cage aux folles”, 1978). 

También puso música a filmes comprometidos, como “Sacco y Vanzetti” (“Here's to You”, cantado por Joan Baez), “La clase obrera va al paraíso” o “La batalla de Argel”.

El secreto de su éxito: “Cuando entras en una película, la música llama a la puerta, tiene que preparar al espectador y salir sin hacer ruido, de puntillas”.

 

Óscar tardío

Discreto y hogareño, Morricone salía poco de su casa en el centro de Roma. Su timidez hacía que se sintiera incómodo en los aplausos después de sus conciertos.

Durante toda su carrera, Morricone alternó entre “música ligera” y clásica, cine y televisión.

En los anales del séptimo arte quedarán, entre muchas otras, “Érase una vez en América”, “El bueno, el malo y el feo”, de Sergio Leone, o “Teorema”, de Pier Paolo Pasolini.

Muchas de estas obras maestras serán reconocidas por su música. El genio de Morricone se basaba en sus mezclas, impuras, con componentes neoclásicos y de jazz, a la vez del pop-rock.

Compuso, además, cerca de 80 obras clásicas, de música de cámara y para orquesta. Miembro del Gruppo di Improvvisazione Nuova Consonanza, especialmente, compuso para el piano.

“Il maestro”, que a veces parecía nervioso detrás de sus gafas, también dirigió grandes orquestas, como la de Milán.

A pesar de esta brillante carrera, Morricone no ganó ningún Óscar hasta 2007, cuando recibió la prestigiosa estatuilla por el conjunto de su carrera. En 2016, se llevó otra por “Los ocho más odiados”, de Quentin Tarantino.

Nominado antes en cinco ocasiones, el compositor había admitido en una ocasión que le habían arrebatado el galardón estadounidense cuando competía con “La misión” (1986), de Roland Joffé, una de sus obras más memorables, con instrumentos precolombinos, corales litúrgicas, oboes y guitarras españolas.

Gran amante de la canción, Morricone se unió a la estrella portuguesa del fado Dulce Pontes para realizar el disco “Focus” (Universal) y a la francesa Mireille Mathieu para el álbum “Mireille Mathieu canta Ennio Morricone” (1974).

 

Recordado


Morricone estaba hospitalizado en una clínica de Roma tras haber sufrido una caída en la que se fracturó el fémur. 

Falleció “el 6 de julio reconfortado por la fe”, precisó en un comunicado, el abogado y amigo de la familia Giorgio Assuma.

Se mantuvo “totalmente lúcido y con una gran dignidad hasta el último momento”, agregó en un comunicado.

Hace tan solo unos días, Morricone fue galardonado, junto al también compositor John Williams, con el premio Princesa de Asturias de las Artes en España.

La muerte de uno de los compositores más amados de la historia del cine provocó numerosas reacciones en todo el mundo.

“Nos acordaremos siempre y con un reconocimiento infinito del genio artístico del maestro Ennio Morricone. Nos hizo soñar, nos ha emocionado y hecho pensar, escribiendo notas inolvidables que quedarán para siempre en la historia de la música y del cine”, trinó el jefe del gobierno italiano Giuseppe Conte.

“Era un Maestro, sentía por él amistad y admiración. Era un músico extraordinario no solo por la banda sonora de filmes sino también por sus composiciones clásicas”, comentó en un comunicado el director de orquesta italiano Riccardo Muti pocas horas después de conocer la noticia.

“Me hará mucha falta como persona y como artista”, reconoció.

La desaparición de Morricone “nos priva de un artista insigne y genial”, lamentó por su parte el presidente italiano Sergio Mattarella.

Su funeral se celebrará de forma privada para respetar “el sentimiento de humildad que ha inspirado siempre a los demás”, informó Assuma.