Los amantes de este género podrán disfrutar de una cinta llena de supersticiones, escepticismo, drama y suspenso.
Desde hoy, en las salas del país los cinéfilos podrán ver una de las producciones nacionales más esperadas de este año: El Páramo.
Nueve soldados profesionales de las Fuerzas Armadas de Colombia han recibido órdenes de tomar una base militar con la que no se tiene contacto desde hace varios días y se presume fue víctima de un ataque de la guerrilla. El experimentado grupo, conformado por un teniente, un sargento y soldados rasos, sube hasta el desolado páramo en donde se localiza la instalación. Al llegar, encuentran solo a una misteriosa sobreviviente.
El miedo, la inseguridad y los remordimientos de acciones del pasado, toman poco a poco posesión de cada uno de los militares ante la incapacidad de comunicarse con el exterior, la imposibilidad de huir y los incomprensibles hechos que toman lugar, los hacen dudar sobre la verdadera identidad y naturaleza del enemigo. La cordura y sensatez de los integrantes del comando especial serán puestas a prueba en este territorio inhóspito.
La película logra un efecto misterioso y terrorífico, planteando planos cortos, con la cámara en la nuca de los actores, poca iluminación y una niebla natural que aumenta el incesante miedo de cada una de las escenas.
El Páramo fue filmada en una base militar real a 4.300 metros sobre el nivel del mar, en el cerro Gaulí del Parque Nacional de Los Nevados. Para el equipo de 60 personas y 9 actores fue extenuante trabajar bajo esas condiciones.
Mauricio Navas, quien interpreta al Teniente Sánchez, en este su primer film, afirma que “había una escalera con una pendiente de 40 grados, con más de 150 escalones, y apenas subías unos 5 o 6 pasos te quedabas sin aire; por eso las escenas son tan naturales, porque, en realidad, estábamos débiles y exhaustos”.
“Son situaciones extremas que hacen parte de la experiencia de cada proyecto, pero que me hicieron muy feliz. Y a pesar del entrenamiento previo, no es sino hasta cuando llegas a la locación y estás a momentos de comenzar a rodar que sientes realmente lo difícil de la situación”, expresa Mateo Stivel, quien hace el rol del soldado Parra.
Sumado a los cambios del clima, Andrés Castañeda, Alejandro Aguilar, Pablo Barragán, Juan David Restrepo, Nelson Camayo, Julio César Valencia, Mateo Stivel, Mauricio Navas y Andrés Felipe Torres, se prepararon vivencialmente para interpretar sus papeles, al tener contacto con soldados reales y participar en actividades de las Fuerzas Armadas de Colombia.
Pero no solo el contexto militar fue la parte más difícil del rodaje. Aún más exigente fue la preparación guiada por el director Jaime Osorio Márquez, quien les dio a conocer el guión y luego les arrebató el libreto para exigir su inmersión en el papel mediante elementos de improvisación.
“Creo que el estrés, el frío, la falta de oxígeno, la presión, les ayudó a meterse dentro de la cabeza el papel de estos soldados abandonados en la montaña. Estuvimos haciendo casting por 3 años para la película buscando actores que tuvieran experiencia pero no fueran tan reconocidos, especialmente en televisión, Estuvimos trabajando durante varios meses ensayando las escenas sin libreto para que pudieran actuar a partir de sus ideas y no aprendiendo textos de memoria”, expresa Osorio.
“Este personaje en particular me permitió explorar nuevas posibilidades actorales, no solo por la creatividad que exige trabajar sin libretos, sino, adicionalmente, porque en mi carrera vengo con una línea de personajes con mucho carácter y fuerza como lo son los sicarios, mientras que este soldado es bueno y noble, y es el único personaje que tiene muy clara la motivación que lo lleva a dirigirse al páramo”, comenta Andrés Felipe Torres, quien interpreta a Arango.
Fue coproducida por Rhayuela Cine de Colombia, Alta Films de España y Sudestada de Argentina, con la distribución mundial de la legendaria Wild Bunch, responsable de éxitos como “El laberinto del Fauno”, “El Orfanato”, “Ciudad de Dios”, “Avalon”, entre otros. Ya ha asegurado su distribución en Alemania, Canadá, Japón, Reino Unido, Tailandia, Taiwán, Turquía, España y Argentina.
La película ya participó en el Fantastic Fest en Texas, Estados Unidos, y recibió excelentes críticas. Además, Scott LaStaiti, productor ejecutivo norteamericano de “El amor en los tiempos del cólera”, adquirió los derechos y hará el remake estadounidense.
No es la primera vez que este reconocido productor adquiere derechos de cintas de este género, pues asumió los de “Turistas” filmada en Brasil y la producción del nuevo guión de Joe Eszterhas “Lust” que como escenario plantea las Islas Vírgenes.