Miles de personas vieron pasar este sábado al transbordador espacial Endeavour, que hizo su último viaje, un trayecto de 19 km en dos días por las calles de Los Ángeles, que lo llevó al museo estatal California Science Center, donde estará en exhibición permanente.
En el segundo día de su recorrido, la nave, que cuando orbitaba la Tierra alcanzó una velocidad de 28.000 km/h, pasó por las calles de la ciudad californiana a 3,2 km/h.
La jornada comenzó con una celebración pública para rendir homenaje al vehículo, que dejó el aeropuerto internacional de Los Angeles el viernes y fue transportada con grúas por la autopista interestatal 405, que une el norte y el sur del estado, durante la noche.
"¡Que vista más increible! ¿No?", dijo el director del California Science Center, Jeffrey Rudolph, a la multitud reunida en la localidad de Inglewood, donde la nave paró durante 30 minutos para una celebración que incluyó discursos y en la cual sonó de fondo la banda de la película "Men in Black".
La última parte del viaje no fue fácil: el enorme transbordador de 85 toneladas fue montado sobre un soporte de alta tecnología especialmente diseñado para la ocasión, y surcó partes muy estrechas de la ruta e incluso, por momentos, pasó a pocos centímetros de los edificios que bordean las calles.
Cerca de 400 árboles fueron cortados (lo cual provocó protestas de algunos vecinos) y varias líneas de electricidad debieron apagarse para dejar paso al vehículo.
Endeavour, que llegó a Los Angeles hace dos semanas subido a la parte trasera de un avión Boeing 747 especialmente equipado, completó más de 185 millones de kilómetros en sus dos décadas de servicio.
Mark Kelly, comandante del último vuelo del Endeavour, dijo que esperaba que la nave se convirtiera en una inspiración para las futuras generaciones de astronautas.
"Quizás algún día uno de estos chicos que mire el Endeavour, en el California Science Center, sea la (primera) persona que camine por el planeta Marte", señaló a la cadena estadounidense CNN.
"Eso sería algo maravilloso para ver", agregó.
Luego del cierre del programa de transbordadores espaciales de la NASA el año pasado, después de 30 años de servicio, varias ciudades de Estados Unidos se pelearon por hospedar alguna de las aeronaves.
Discovery, el más antiguo de los transbordadores, fue instalado en el Steven Udvar-Hazy Center, un anexo del Museo Nacional del Aire y del Espacio, cerca de Washington.
Enterprise, el prototipo que nunca voló al espacio, se exhibe de forma permanente en la pista de aterrizaje del portaaviones "Intrepid" del Museo del Aire y el Espacio de Nueva York.
Por último, el Atlantis irá al Centro de Visitantes del Centro Espacial Kennedy en Orlando (Florida) cuando el edificio se termine de construir.
Durante los 30 años del programa, dos de los cinco transbordadores activos de la flota resultaron destruidos en accidentes: el Challenger en 1986, poco después de su lanzamiento, y el Columbia en 2003, cuando regresó a la atmósfera.