Inspirado en el patrimonio milenario de Siria, que combina con los lemas de los manifestantes, el pianista Malek Jandali actúa por todo el planeta enviando un mensaje de paz para su país devastado por la guerra.
Nacido en Alemania, Malek Jandali pasó su infancia en Homs, más conocida como "la capital de la revolución" siria. Después de su paso por la universidad, obtuvo una beca para llevar a cabo estudios musicales superiores en Estados Unidos.
En marzo de 2011, poco después del comienzo de la revuelta popular siria, este compositor de 42 años se presentó frente a la Casa Blanca durante una manifestación. Tras esta aparición, sus padres, que estaban en Siria, fueron asaltados en su domicilio por hombres armados favorables al régimen de Bashar al Assad.
Enseguida, la pareja huyó a Estados Unidos, y con ello, Malek Jandali dijo haber tomado consciencia del "sutil poder de la música".
"El pueblo sirio pagó un precio muy alto" en el conflicto, explica desde Dubái, una de las paradas de su gira mundial, inspirada por los niños con los que se cruzó durante su último viaje a Siria, a donde entró clandestinamente en 2012.
En Dubái, donde el público entonó de pie sus notas de aires sirios conocidos, y antes de presentarse en Nueva York, Madrid, Viena y Estocolmo, el artista quiso que se escucharan las "voces de niños sirios libres".
Estuvo acompañado en el escenario por Abdulrahim Alsiasi, un compatriota que interpretó el oud (instrumento musical conocido también como luth) y por la violonchelista americana Laura Metcalf.
- Una Siria 'elegante' -
"Durante mi gira me he enfrentado varias veces a la censura, en ciertos países se ha retirado la palabra 'libres' del afiche del concierto 'Voces de niños sirios libres', se lamenta.
Las melodías de su último álbum "Sinfonía siria" están "inspiradas en los estribillos" de los manifestantes. Aún así, el pianista sabe que no podrá cambiar mucho la situación de su país, donde el conflicto ha cobrado ya la vida de más de 220.000 personas.
Sin embargo, los conciertos dan "una humanidad, muy necesaria en medio del caos", considera el artista.
La otra fuente de inspiración para Jandali es la rehabilitación del patrimonio musical sirio.
Su exitoso álbum "Ecos de Ugarit", que salió a la venta en 2008, rinde homenaje a una ciudad de la costa siria donde fue descubierta una tabla cuneiforme que data del segundo milenio antes de nuestra era y que revela la más antigua notación musical del mundo. De ella se sirvió el pianista para componer algunas de las canciones del álbum.
"No habría existido jamás ni Lady Gaga ni Michael Jackson, ni siquiera Beethoven sin las notaciones musicales de Ugarit", asegura él.
Otro de sus álbumes, 'Emessa', le valió la medalla de oro en los Global Music Awards de 2014.
Además, dos de sus canciones fueron interpretadas en los funerales de la periodista americana Marie Colvin, fallecida en un bombardeo, en Homs, en 2012. "Fui a la iglesia y escuché la música de Homs" en los funerales, recuerda el compositor. "Todavía se me pone la piel de gallina".
Malek Jandali saca referencias también de la historia multicultural de su país, que alberga "sinagogas y las más antiguas iglesias de la tierra", se alegra.
"Siempre he intentado (...) darle relevancia a mi propia identidad siria", explica el músico con voz calmada. "Mi deber como artista es preservarla y presentarla de la manera más elegante posible".