El anuncio de que el príncipe Alberto II de Mónaco, de 56 años, y su esposa Charlène, de 36 años, esperan un bebé para "finales de año" colmó de alegría a los monegascos, quienes esperaban desde el enlace de ambos en 2011 la noticia de un futuro heredero para la casa Grimaldi.
"El príncipe Alberto II y la princesa Charlène de Mónaco tienen el inmenso placer de anunciar que esperan un feliz acontecimiento", indicó el palacio en un comunicado. "El nacimiento está previsto para finales de año", agregó.
El rumor del embarazo corría en el Principado desde hacía días, en especial después de una "indisposición" de la princesa durante una visita oficial a Francia, informó la prensa local.
Durante la visita, Charlène tuvo que ausentarse a causa de una "fatiga" pasajera, indicaron fuentes oficiales francesas.
La pareja se casó en julio de 2011 en una fastuosa ceremonia religiosa en el palacio monegasco ante 800 invitados y numerosos telespectadores, después de una ceremonia civil mucho más sobria celebrada en la intimidad un día antes.
Tras las nupcias, los monegascos esperaban con impaciencia el anuncio del nacimiento del próximo heredero de una dinastía, los Grimaldi, con más de 700 años de historia.
"Nada podría hacerme más ilusión. Una historia ordinaria se convirtió en un cuento de hadas. Mónaco es una fiesta", dijo la cirujana dentista Maguy Bergonzi nada más conocer la noticia.
"Príncipe o princesa, él o ella, ya se abrió paso en nuestros corazones. Que corran ríos de champán para celebrar su llegada", dijo Carole Chabrier, una popular presentadora monegasca actualmente jubilada.
Las buenas noticias se suceden desde hace meses en el entorno del príncipe. Su hermana mayor, la princesa Carolina de Hanóver, fue abuela por partida doble recientemente.
Su nieto Sacha nació en marzo de 2013 de la unión de su hijo Andrea Casiraghi con la rica heredera colombiana Tatiana Santo Domingo, mientras que Raphäel, hijo de Carlota Casiraghi y el humorista franco-marroquí Gad Elmaleh, nació en diciembre del mismo año.
Alberto II ya es padre de dos hijos nacidos fuera del matrimonio, pero reconocidos. Sin embargo, ambos no tienen el estatuto de hijos legítimos, por lo que no entran en la línea sucesoria.
"Esperamos con gran impaciencia las 21 salvas que anunciarán el nacimiento de un heredero o heredera", indicó el profesor de lengua monegasca Stéphan Maggi, para quien el próximo nacimiento "traerá sin duda mucha alegría y felicidad a la comunidad monegasca, pero también al Principado en general".