“¿Y nosotros qué conocemos de la literatura latinoamericana”? Muy poco, o casi, casi, nada”, dijo Manuel Gil, director de la feria del libro de Madrid, al cierre de su lanzamiento que tiene como país invitado a Colombia.
Caía la tarde en Madrid. Colombia era la protagonista a lo largo del pasillo del Parque del Retiro donde se levantan las 320 casetas y tres grandes carpas que constituyen la Feria. “Es que, parece, hay un nuevo boom de escritores allá”, alguien llegó a decir en los controles de aforo para entrar (sólo entran 3.800 personas al mismo tiempo). Bastaría, si de comprobarlo se tratara, entrar a cualquier librería de esta ciudad de libros y librerías, y de pasearse por el barrio de las Letras y sus cafés literarios, para darse cuenta de la cantidad de autores colombianos publicados en España.
De ese boom faltarán varios. Juan Esteban Constain -uno de los invitados-, escribió, en una carta publicada en redes sociales, que: “los colombianos nos emborrachamos antes de la fiesta y llegamos reventados al baño para vomitar”. Pasa seguido, y volvió a pasar. “No hay, no puede haber, no sería admisible jamás, que haya criterios de carácter político para excluir a nadie”, levemente dijo en su discurso de presentación la vicepresidenta y Canciller Marta Lucia Ramírez. Pero, con pocos o varios protagonistas -cuatro de los cinco autores colombianos más vendidos no estarán- Colombia está en el centro de los 80 años de la feria.
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Jaramillo Agudelo
Existen, sin embargo, voces que acallan la borrachera, como la de Darío Jaramillo Agudelo (premio Nacional de Poesía 2017 y García Lorca, 2018). Invitado a inaugurar esta Feria, el poeta antioqueño, en la mitad de su intervención, citó a Andrés Trapiello: “el Retiro -el parque- es el único lugar donde todos se ponen de acuerdo”; Pío Baroja, decía Jaramillo, también insistía en la paz del coloso verde declarado, hace poco, patrimonio mundial de la Unesco.
Invadido por la felicidad de un hombre consagrado por el destino de sus letras, Jaramillo reconoció, “buena parte que este evento me provocó desde siempre, la debo a mi pasión por la lectura. Y es a este afecto, que me roba más de la mitad de mis horas, el que convierte en una aventura cada recorrido de exploración que hago y que repito en cada feria”.
El también gestor cultural y académico, presentó un largo repaso de la cerca relación entre los escritores colombianos, las editoriales y los lectores españoles. Si el director de la Feria -Gil- unos minutos después, habló de “asincronía” entre América Latina y España por, de algún modo, desconocimiento de los españoles por la producción literaria regional, Jaramillo Agudelo reivindicó la relación entre España y Colombia, y la secuencia de autores que la denotan.
“A medida que avanzo cronológicamente, también crece la cantidad de colombianos vinculados el libro en España (…) Adopto dos lazarillos que permiten continuar mi recorrido, ellos son los premios y distinciones obtenidos por colombianos, y mi pasión por la poesía”, dijo Jaramillo. Desde Gustavo Álvarez Gardeazabal, Vargas Vila y Cordobés, hasta el recién ganador del premio de poesía joven de la Radio Nacional Española, Sebastián Martínez Vanegas, el poeta justificó, una y otra vez, y sin olvidar los dos lazarillos, que la literatura colombiana es en España, casi, sinónimo de premio. Esto, más que nadie, lo respalda Álvaro Mutis. “Su seguidilla de distinciones, fue el desencadenante de la racha de premios a colombianos que vendrían con el nuevo siglo”, explicó.
Jaramillo presentó, y lo quiso desde un principio, hacerle un homenaje a los escritores y poetas colombianos: “Gabriel García Márquez es, quién lo duda, el protagonista principalísimo de la literatura colombiana. Él es el único planeta, y todos los demás meros satélites, si acaso, cuando no asteroides, que a lo mejor poseen su propia órbita”, leyó. Agregó: “(…) y que con todo eso, y lo insignificantes que se ven al lado del monstruo, tienen la modestia y la grandeza particulares de todo lo parroquial”.
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¿Boom?
No hay, dicen los editores de libros, mejor manera que empezar a crear esas redes que en una feria del libro. Más, en la feria del Libro de Madrid, la mayor de España; acá se publican más de 80.000 autores.
Colombia, no es una novedad, tiene desde hace años un grupo de escritores reconocidos en América Latina y, en menor medida, en España. Este grupo, cuya narrativa va desde la ciencia ficción hasta el ensayo y el realismo, y que sus temáticas, como resaltó Jaramillo Agudelo, “también tratan temas” tan insospechados “como el adulterio” (Pilar Quintana), cada vez es más grande.
“Yo creo que sí sobre todo en poesía. El problema es aprovechar para que se sepa y conozca”, le dijo EL NUEVO SIGLO, el director Manuel Gil, preguntado sobre si hay un “boom” de la literatura colombiana. La “asincronía” entre América Latina y España, insistió Gil, tiene su origen, también aclaró, en la producción editorial. “Me refiero a la circulación del libro: ustedes necesitan crear más redes comerciales”, explicó a este medio.
¿Hay un boom literario? No lo sabremos, salvo que, como alguna vez dijo la exdirectora del Fondo de Cultura de México, que estudia los inicios del “boom latinoamericano”, Consuelo Saizar, las editoriales hagan nuevamente de este extenso grupo de escritores, un extenso grupo de publicaciones. Las publicaciones están, y las oportunidades de mostrarse y darse a conocer, son la tarea pendiente.