Por: Pamela López
Periodista EL NUEVO SIGLO
¿Qué tienen en común Dago García y Harold Trompetero? Todo, porque los dos colombianos, reconocidos en la industria cinematográfica se apuntaron un golazo en la taquilla nacional con El Paseo 3 y Todas para uno. ¿La fórmula?, sencilla: entretener al público con historias que no invitan a la reflexión y que más bien son el reflejo de la sociedad criolla en la que vivimos.
Por un lado está la cinta de Dago García dirigida por Juan Camilo Pinzón, El Paseo 3, que acumula 824.364 espectadores con seis semanas de proyección. Ésta no siendo la mejor cifra de su “trilogía de paseos”, pero sí marcando la diferencia frente a otras producciones nacionales que no duran más de dos semanas en cartelera. Lo mismo ocurre con Todas para uno, de Trompetero, que lleva un mes exacto en las salas de cine y alcanzó 100.164 espectadores.
Las dos películas tienen marcado el estilo parecido de los cineastas; de hecho, Trompetero fue el alumno de García y dirigió las primeras entregas de El Paseo. Sin embargo, más allá de quién le enseñó a quién, los proyectos son similares porque resaltan la ‘colombianada’, tienen diálogos simples, personajes poco complejos y situaciones de esas que dicen “cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”.
Dago García la tiene clara, pues sabe que a los colombianos les gusta entretenerse y muestra en sus películas ese particular comportamiento que tenemos. Además, parece que ya ‘institucionalizó’ el día para ir a cine, el 25 de diciembre, y cada año sin falta estrena una nueva película, gran mérito teniendo en cuenta las dificultades a las que se enfrenta.
Es claro que sus cintas no van a competir con las producciones de Hollywood, pero alcanzar el millón de espectadores, como ocurrió con la primera parte, es decir mucho. Según un artículo publicado por la revista Semana, en el caso de El Paseo 3 “se destaca el diverso y novedoso uso de la cámara, en sus tiempos y ángulos en muchas de las escenas, hermosas locaciones repletas de color, donde se puede ver una Colombia abandonada y atrasada como ninguna en infraestructura y medios de transporte”, otro punto para que los que van a cine se identifiquen con su país.
En Todas para uno es cierto que Harold Trompetero se arriesgó con una protagonista conocida pero sin ninguna formación, con una historia parecida a las comedias románticas hollywoodenses y a una filmación en 12 días, tiempo récord. Pero él no se va a lanzar al ruedo con una película contemplativa o que tenga como tema central el narcotráfico, todo lo contario, pues vale recordar la más famosa que tiene en su lista: Diástole y Sístole, una tragicomedia en donde el amor y los sentimientos del ser humano salen a relucir como en todo su trabajo.
Ningún crítico de cine que consultó EL NUEVO SIGLO quiso opinar sobre las películas porque no las han visto y por ahora seguirán en cartelera marcando taquilla.