El París de "Rayuela" renacerá en una exposición en la Ciudad Luz, que rendirá homenaje al argentino Julio Cortázar, autor de esa novela maravillosa que vio la luz hace 50 años.
"París le debe un homenaje a Cortázar", afirmó a la AFP el director del Instituto Cervantes de París, Juan Manuel Bonet, tras anunciar la celebración de esa exposición, que tendrá lugar "probablemente" a finales de abril del 2013.
El flamante director del Cervantes, que se estrenó en su cargo con una exposición dedicada al artista surrealista cubano Jorge Camacho, subrayó la importancia de París en esa memorable novela, que celebra en junio de este año medio siglo de existencia.
"Cortázar es el latinoamericano que mejor encarna, junto con (el poeta peruano) César Vallejo, la fascinación por el mito de París", estimó Bonet, que asumió las riendas del organismo cultural en septiembre de 2012.
En "Rayuela" -una de las más extraordinarias novelas de amor y aventura escritas por un latinoamericano en el siglo pasado, que ha marcado a generaciones enteras- Cortázar recorre París como si fuera un continente, y un laberinto.
Bajo la piel de Oliveira, el melancólico porteño, o de La Maga, el París de Cortázar se vuelve nuestro, de todos.
Esa obra "convenció a mucha gente de venir a vivir a París", añadió el director del Cervantes parisino.
Cortázar, quien murió en París, en febrero de 1984, a los 70 años -siempre muy alto, muy flaco, con cara de niño, y afectado por una grave melancolía tras la muerte de su última mujer, Carole Dunlop - escribió su obra más célebre entre 1950 y 1956.
En algunas de sus misivas, el autor señalaba que esos años en París escribiendo "Rayuela", fueron sus más felices, pese a la pobreza en que vivía.
El Instituto Cervantes prevé también conmemorar el 50 aniversario de esa obra, que gana siempre al ser releída, lanzando una "Ruta Cervantes" dedicado a Cortázar: un recorrido por ese París que lo llenó de asombro, que lo deslumbró y marcó su vida y su obra.
El objetivo de la exposición será mostrar los contactos de Cortázar con el mundo del arte y la cultura en París, sus amistades con otros escritores y artistas latinoamericanos, su admiración por el mundo medieval de París y su fascinación por la pintura, a través de postales y litografías.
"Se trata de un homenaje en el que se mostrarán sus fetiches y su relación con fotógrafos, pintores, escritores o escultores", adelantó Bonet, quien mencionó entre otros a los artistas plásticos argentinos Luis Tomasello, Julio LeParc, Julio Silva y Sergio De Castro y al pintor y poeta brasileño Alécio de Andrade.
"Estoy en contacto con Aurora Bernárdez", la primera mujer de Cortázar y albacea del escritor, "para organizar esta exposición", contó Bonet.
"Lo que queremos es traducir ese libro en una exposición", dijo el responsable, mientras recorría la clara galería del Cervantes mostrando los hermosos cuadros de Camacho, que a su muerte en París, en 2011, era considerado el último gran artista surrealista.
La exposición en el Cervantes resalta la relación del artista nacido en La Habana en 1934 con los artistas surrealistas -Wifredo Lam, André Breton y Henri Michaux, entre otros- y también con que el desaparecido escritor cubano Reinaldo Arenas, de quien Camacho fue el albacea, tras su muerte en Nueva York en 1990.