POR exposición prolongada frente a las pantallas de celulares, computadores, televisores y tabletas se presenta el síndrome del ‘ojo seco’, una enfermedad que se desarrollaba con mayor frecuencia en adultos mayores de 50 años, pero fruto por las clases virtuales, fruto de la pandemia de covid, que disparó el uso de estos dispositivos en los menores de edad, se ha presentado un incremento de casos en este sector poblacional.
El ojo seco se desarrolla por el exceso de visión próxima a los dispositivos electrónicos. Al tener esta cercanía y para no perder la concentración en la imagen se disminuye el parpadeo, acción necesaria para mantener húmeda la superficie del ojo. Es esto lo que está pasando con los niños, prefieren dejar de parpadear que perder un segundo de la diversión que le proporciona la pantalla. Por lo anterior, es muy importante tener un control en el uso de estos dispositivos”, comenta Marcela Contreras, directora de la Clínica de Optometría de la Universidad de La Salle.
Hay algunos síntomas que pueden ayudar a los padres a identificar si su hijo ha desarrollado el síndrome del ‘ojo seco’: “uno de los más comunes es cuando los niños comienzan a apretar muy duro los ojos y de forma seguida. Esto se debe a la fatiga visual, la cual también puede producir dolor en la cabeza y alrededor de los ojos. Habitualmente estas incomodidades se presentan al final de la tarde, por lo cual, hay que estar muy atento a ellas y solicitar inmediatamente una consulta con el especialista en la salud visual”, agrega la optómetra, al tiempo que comparte estas recomendaciones:
* Regla 20-20-20: enseñarles a los niños que cada 20 minutos deben parar y dirigir su mirada por 20 segundo, a una distancia de 20 pies (aproximadamente seis metros), esta es una de las pausas activas más efectivas a realizar.
* Parpadear. Es importante tener un parpadeo regular para estimular la producción de la lágrima, que es la encargada de mantener la humedad del ojo.
* Menos luz. Se sugiere reducir el brillo a las pantallas; un brillo alto genera una mayor molestia.
* Desconectarse. Al igual que todos los órganos del cuerpo, los ojos se recuperan durante el tiempo del sueño. Por eso se recomienda que mínimo una hora antes de ir a dormir se dejen de usar todas las pantallas.
Finalmente la optómetra señala que se debe tener mucho cuidado con la automedicación porque si bien “las lágrimas artificiales son un producto de venta libre, hay que tener en cuenta que no todas las lágrimas tienen los mismos componentes y funcionan de la misma manera”. Es por ello, agrega, que es necesario llevar a los niños a un especialista en salud visual para determinar si padece el síndrome y el tratamiento a seguir.