CUANDO SANTIAGO Sanguinetti nació, el 5 de junio de 1985, Uruguay apenas llevaba tres meses de recuperación de la democracia, tras la cruenta dictadura de doce años que hizo huir al 14% de la población, unas 380.000 personas que salvaban sus vidas refugiándose en otros países. Muchas heridas siguen abiertas y la Asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos siguen buscando respuestas sobre los casi 200 uruguayos de los que no se volvió a tener noticias, tras ser apresados en aquellos tiempos de oscuridad.
El arte y la prensa fueron censurados. La vida, como se conocía hasta entonces en la idílica y tranquila Uruguay, fue secuestrada. Los escritores Mario Benedetti y Eduardo Galeano, el cantautor popular Alfredo Zitarrosa y la actriz China Zorrilla son nombres famosos que se asilaron huyendo del macabro Plan Cóndor, ese contubernio que estableció el régimen de ese país con los otros de dictaduras vecinas: Argentina, Paraguay, Brasil, Bolivia y Chile.
Sanguinetti ha escarbado en esas historias y viene al Festival Internacional de Artes Vivas, FIAV Bogotá (evento organizado por el Ministerio de las Culturas, los Artes y los Saberes; la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá y la Cámara de Comercio de Bogotá), con Zombi manifiesto, una obra que estrenó el año pasado en su ciudad, como invitación para que todos voltearan la mirada a ‘la horrible noche’ del 27 de junio de 1973, cuando se dio el golpe de Estado.
En una entrevista concedida a EL NUEVO SIGLO, el dramaturgo habló de esta puesta en escena, al tiempo que afirmó que para él “el humor es una buena manera de hablar de temas fuertes, contundentes y asociados a la realidad social y política. Hay algo también de ridiculizar las costumbres riendo, que es una máxima de la comedia muy antigua que sigue teniendo efecto hoy”.
El dramaturgo, actor y director ha sido Premio Nacional de Literatura, Premio Onetti por sus escritos y ganó el Florencio Sánchez de la Asociación de Críticos, el más importante para los teatristas de su nación. Ha estudiado gracias a becas y residencias en Aviñón, Montpellier, Nottingham, Santiago de Chile y Buenos Aires.
EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué hacer una comedia de un tema tan dramático y sensible para la sociedad?
SANTIAGO SANGUINETTI: Me baso en una frase clásica que siempre repito: “Castigar, riendo las costumbres, o ridiculizar riendo las costumbres”. Escribí esta obra porque me lo pidieron. Ya venía escribiendo comedia para mis otras obras, y de repente sale el tema. Si escribes un drama y a la gente no le gusta, no le gusta, y ya. Si escribes una comedia y a la gente no le gusta, siempre puedes decir que la gente no entendió nada. La comedia tiene una especie de ambigüedad que permite la confusión, o por lo menos la doble lectura. Además, nosotros somos los únicos seres vivos conscientes de nuestra propia existencia y nos creemos diferentes. Somos los únicos que sabemos que nos vamos a morir. Eso es profundamente ridículo. Somos solemnes y ridículos a la vez. Eso produce risa.
ENS: ¿Cómo logró plantear esta historia cruda y llevarla a las tablas?
SS: Zombi Manifiesto es una comedia en 11 escenas que mezcla humor negro con crítica social. Para los 50 años de los sucesos del 27 de junio de 1973 hicimos una comedia en la que muertos vivientes permiten, por medio del humor negro y la sátira, convidar a la reflexión y a estar vigilantes para la no repetición. La historia comienza cuando una pareja descubre que los soldados enterrados en el Panteón Militar cobran vida al escuchar el manifiesto comunista. Estos zombis secuestran a un teniente para obligarlo a aprender filosofía marxista. Uno de ellos, recordando quién fue el responsable de su muerte, escapa en busca de venganza.
ENS: ¿Usted considera que hay puntos de conexión entre los diversos países del continente?
SS: Todos los países de América Latina formamos parte de una historia común. Y si bien tenemos nuestras diferencias contextuales, hay un mismo impulso histórico que determina nuestras creaciones.
ENS: En ese caso, ¿el teatro funciona como solucionador de grandes problemas sociales?
SS: La gran manifestación artística de Uruguay, el carnaval, está muy asociado con el humor y es profundamente provocador. Por ese lado conecto humor, carnaval y política. Puedo decir también que en general se le ha pedido al teatro que funcione como solucionador de grandes problemas sociales. Y cuando se le otorga ese rol se le exige una postura más solemne, más contundente, más seria o más responsable. A veces se piensa erróneamente que la comedia no es responsable.
ENS: ¿Le llamaba la atención desde antes el tema de los zombis?
SS: Me interesa la superposición de elementos correspondientes a distintos universos. Siempre me ha parecido una buena manera de hacer teatro: la contraposición, la contradicción que está en el ejercicio dramatúrgico. En una obra usé robots, en otra, dinosaurios. El punto era cómo combinar de forma más o menos coherente el 50 aniversario de ese suceso, los jóvenes, el progresismo identitario, el marxismo ortodoxo y los zombis.
ENS: ¿Qué tiene en su agenda personal para ver en este FIAV Bogotá?
SS: Quisiera repetirme la obra de la Compañía Peeping Tom, de Bélgica (Diptych: The Missing Door and the Lost Room). Es fantástica, de las experiencias estéticas más contundentes que he visto en mi vida. También Medida Por Medida (La culpa es tuya), de Gabriel Chamé Buendia (Argentina). Se presentó en Montevideo con un éxito brutal.
FIAV Bogotá
- Son 100 espectáculos de distintos rincones del mundo
- Once días de cultura en teatros, plazas y parques
- Obras de circo, danza, teatro, performance, ópera y nuevas tecnologías
- Adaptaciones de clásicos como Sófocles y Shakespeare, Arthur Miller, Enrique Buenaventura, Santiago García y José Sanchís Sinisterra
- En total 14 países de Europa, África, Asia, Oceanía y Latinoamérica traen 28 espectáculos
- -Las apuestas tocan temas como la paz, la ecología, el respeto por todas las especies, la tolerancia, el empoderamiento de la mujer y el reconocimiento del otro.
- Río de Janeiro de Brasil, Región Internacional Invitada de Honor, llegará con los colores de sus festividades, los dolores, anhelos y sueños en puestas escénicas que mezclan lo tradicional con visiones modernas y transgresoras.
- El Pacífico colombiano presentará 18 obras que recogen relatos ancestrales, cantos, acentos, bailes, puestas teatrales arriesgadas y de danza contemporánea.
- -Se rendirá homenaje a maestros de la escena, como Ciro Gómez, Carlos José Reyes, Misael Torres y a los 100 años del natalicio de Enrique Buenaventura.