La primera roca analizada en Marte por dos de los instrumentos del robot estadounidense Curiosity de la NASA tiene una composición inusual en comparación con lo que se conocía anteriormente sobre el planeta rojo, indicaron científicos de la misión.
La composición de este trozo de material, que es del tamaño de una pelota de fútbol, se parece a esas rocas inusuales pero conocidas en la Tierra que provienen de los volcanes.
"Esta roca es muy similar en composición química a un tipo de roca que se encuentra en muchas de las regiones volcánicas", dijo el jueves durante una teleconferencia de prensa Edward Stolper, del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y uno de los principales científicos de la misión Curiosity.
"Esta es una hipótesis lógica para explicar su origen", dijo. "Pero en este momento, con sólo una muestra marciana de este tipo, es difícil saber si esta roca fue producida por el mismo proceso que se conoce en la Tierra".
En la Tierra, estas rocas se forman generalmente en el manto del planeta debajo de la corteza, a partir de la cristalización de magma relativamente rico en agua a muy alta presión, dijo el científico.
La roca, bautizada "Jake Matijevic", fue examinada en forma remota por el Espectrómetro de rayos X por radiación alfa (APXS), montado en el brazo robótico del robot, así como por el láser ChemCam encaramado en lo alto del mástil que tiene el laboratorio móvil.
Curiosity, que cuenta con un total de diez instrumentos científicos, también analizará pronto la composición de la primera muestra de arena marciana.
El robot, que estaba detenido sobre un montón de arena, tomó una primera muestra de suelo para poner a prueba su equipo de muestreo geológico.
La NASA también determinó que el objeto brillante visto en el suelo cerca del Curiosity hace unos días era un trozo de plástico proveniente de una protección que no compromete en nada el funcionamiento del robot, como se había temido.
Durante un período de al menos dos años, la misión Curiosity, de un costo de 2.500 millones de dólares, tiene como objetivo explorar el planeta rojo y tratar de determinar si las condiciones pasadas propiciaron o no la vida microbiana.
Curiosity, que pesa una tonelada y tiene seis ruedas, aterrizó el 6 de agosto en una zona denominada cráter Gale, en el ecuador de Marte, a ocho kilómetros de Monte Agudo, una montaña de 5.000 metros de alto, destino final del robot.