El Coro Fosbo: “Una sociedad de amantes de la música” | El Nuevo Siglo
El 9 y 10 de julio, a las 8:00 p.m. y 5:00 p.m., respectivamente, el ensamble celebra su regreso a los escenarios con la versión de cámara del compositor Carl Orff para coro mixto.
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Domingo, 12 de Junio de 2022
Redacción Cultura

Con una de las más importantes y aclamadas composiciones sinfónico-corales de todos los tiempos, “Carmina Burana”, el Coro de la Fundación Orquesta Sinfónica de Bogotá, Fosbo, se presentará en el Teatro Cafam.

El 9 y 10 de julio, a las 8:00 p.m. y 5:00 p.m., respectivamente, la agrupación celebra su regreso a los escenarios con la versión de cámara del compositor Carl Orff para coro mixto, voces solistas, y un ensamble de dos pianos y seis percusionistas, que conserva la majestuosidad, potencia y sonoridad sinfónica de la versión orquestal.

En este formato, las 65 voces del Coro Fosbo interpretarán la obra en su totalidad, y estarán acompañadas por un ensamble de percusión y dos pianos de cola de la Orquesta Sinfónica de Bogotá, bajo la dirección de la maestra María José Villamil Rodríguez.

Villamil habló con EL NUEVO SIGLO sobre esta nueva puesta en escena del Coro y la historia de este ensamble que ha deleitado con un repertorio diverso al público colombiano.

EL NUEVO SIGLO: El Coro Fosbo ya tiene ocho años de trayectoria, ¿cómo inicia la historia de esta agrupación?

MARÍA JOSÉ VILLAMIL: Inició en 2014 cuando nos invitaron a cantar en un evento corporativo. Yo estaba recién llegada de Viena y tenía muchas ganas de armar coro porque allá casi el 100% de mis actividades fueron corales. Y con esta idea de armar una sociedad coral como en la que estuve, que fue una experiencia espectacular en Viena, donde cantantes de todas las disciplinas, de todos los niveles musicales, incluso músicos de la misma Filarmónica de Viena, cantaban por el mismo gusto de cantar. Ese fue el impulso para arrancar.

De ahí en adelante nos invitaban para presentarnos en temporadas de Navidad, porque es una época que siempre está acompañada de villancicos. Pero en el 2018 estuve como profesora en la Universidad Sergio Arboleda y un grupo de estudiantes muy comprometido y apasionado se le midió a empezar ese coro permanente, que iba a ensayar todos los lunes y miércoles del año para hacer montajes constantes y recurrentes y hacer una agrupación estable. Desde entonces venimos trabajando los mismos días para ensayar y hacemos conciertos todos los meses del año, excepto en la época pandémica que estuvo un poco compleja, pero la supimos manejar muy bien.

ENS: ¿A qué repertorio le ha apostado el coro en todas sus presentaciones?

MJV: Todo tipo de repertorio. Hemos hecho desde el “Magnificant” de Bach, repertorio del barroco latinoamericano, música antigua, música de Mozart como la “Misa de coronación”, repertorio clásico tradicional con Beethoven y Hendel. También hemos incorporado nuevas músicas contemporáneas. El año pasado hicimos, por ejemplo, un homenaje a Moses Hogan, un compositor de góspel y espiritual; y particularmente un proyecto que incluso vamos a repetir este año es “Yo canto para” que fue en colaboración con artistas de la escena pop colombiana; con esta propuesta hicimos hip hop, música tradicional colombiana y baladas. Es un coro muy flexible en su capacidad porque vienen personalidades de diferentes disciplinas, hay muchos cantantes que son de formación de géneros populares y hasta líricos. Eso permite que se pueda abarcar todo tipo de repertorios.

ENS: ¿Qué la llevó a elegir la música y la dirección?

MJV: Mis padres siempre me motivaron a estar en agrupaciones musicales. De hecho, la primera agrupación en la que estuve, que fue a los cinco años, fue el Coro de Niños de León de Greiff. Y siempre en mi juventud me apoyaron para estar activa en academias, coros, programas de universidades, cursos líderes. Un día decidí ser directora de orquesta y se me metió en la cabeza que quería estudiar en la Universidad Nacional y dije: “si no entro ahí, no estudio música”. Afortunadamente pasé y así fue.

Me gradué como músico con énfasis en dirección y luego me fui a Viena, donde hice mi maestría en dirección de orquestas y donde empecé una maestría en gestión cultural, que aún estoy finalizando. Además, siempre he estado muy conectada con el mundo de la docencia, he sido profesora de diferentes universidades y actualmente soy profesora de la Universidad del Rosario. 

ENS: El próximo mes el coro llevará a escena “Carmina Burana”, ¿qué importancia tiene esta obra no solo en el mundo de la música, sino hasta en la ópera y el ballet?

MJV: “Carmina Burana” es de un compositor del neoclasicismo que utiliza técnicas similares a la de Stravinski, pero con un estilo bastante particular y una influencia muy fuerte en los estilos y melodías antiguas. La obra es una recopilación de 24 cantos antiguos completamente reorquestados y remusicalizados para el formato original sinfónico coral, es decir, para orquesta y coro grande.

La obra está pensada en realidad para la libre expresión, la escenificación y la inspiración, según lo describe en la partitura el compositor. Por eso, “Carmina Burana” da pie para que se hagan representaciones musicales y dancísticas, como se ha hecho especialmente en los últimos 50 años, y se ha convertido en una pieza icónica de la música del siglo XX para el repertorio de coro y orquesta.



ENS: ¿Cómo será la puesta en escena que tendrá el Coro Fosbo?

MJV: Esta es una versión bastante particular. El Coro Fosbo es una sociedad coral de amantes de la música y del canto coral.

Carl Orff escribió una versión para este tipo de agrupaciones que se podría decir que es un formato de cámara, aunque no lo es del todo porque son generalmente para coros de máximo 20 personas. Pero esta es una versión especial para coro mixto, con los solistas, ensamble de percusión y dos pianos. El Coro Fosbo trae esta apuesta que, posiblemente, es la primera vez que se hace en Colombia. 

ENS: ¿Cuáles fueron los retos musicalmente hablando de este montaje?

MJV: La obra en sí es técnicamente muy exigente. Tiene unos registros vocales muy agudos y constantes, por eso hay que entrenar el coro para que adquiera la resistencia física, aunque también mental y espiritual, para poder aguantar una obra de principio a fin.

En realidad lo bonito de esta versión es que pone al coro como protagonista de toda la obra. Y es que es una obra donde indudablemente el coro tiene la mayor exigencia técnica, donde brilla, tiene los momentos más importantes y climáticos de toda la recopilación. Eso realmente fue el reto porque hay quienes son aficionados pero de muy buen nivel.