Cuando los colores, la ciudad y las emociones se entrelazan se construye arte, ya sea figurativo, abstracto o impresionista. Éste cuenta con la esencia del artista, con un instante de vida, con un relato o una vivencia.
Así es la obra del colombiano Carlos Alberto Hernández, un arquitecto de profesión, pero todo un artista de corazón, que a través de sus pinturas plasma momentos que son únicos e irrepetibles. Él considera que el arte es para disfrutarlo, no para entenderlo, y se inspira en los colores y en las vivencias para sus obras.
Hernández habló con EL NUEVO SIGLO sobre su técnica, visión sobre el arte y experiencia como artista que se abre camino sólo con la calidad de su trabajo.
EL NUEVO SIGLO:- ¿Cuénteme sobre sus inicios?
CARLOS HERNÁNDEZ: - Soy arquitecto de la Universidad Javeriana, pero desde el año 98 comencé a trabajar con la pintura. Los dos últimos años estuve en Buenos Aires, en donde empecé solo a abrirme en el campo del arte. Envolví mis telas y las mostré. Mis obras fueron aceptadas y fue allí en donde me di cuenta de que el arte es universal, y que eso que me pasó a mí es lo que le debería pasar a todo artista: abrirse camino a través de su trabajo, no tanto por una hoja de vida, por un apellido o por una palanca… Eso es lo que verdaderamente llena un artista.
ENS: ¿Qué cree que fue lo que más le gustó a los argentinos de su obra?
CH:- Lo que les gustó fue el color de mis obras, les impactó mucho porque los colores en Argentina se ven diferentes que en Colombia, ya que nosotros vivimos sobre el trópico, entonces son muy alegres y exóticos. Cuando empecé a pintar en Argentina mis colores cambiaron un poco, se vieron influenciados por las estaciones, sin embargo en mi sangre llevo el trópico y eso se plasma en las pinturas… Y eso gusta porque el argentino es muy clásico en el arte, usa colores muy sobrios, muy nostálgicos, grises, hasta ahora se están arriesgando a usar otras tonalidades.
ENS: ¿Qué opina usted sobre los artistas de ahora?
CH: Los artistas actuales desechan el trabajo, no se preocupan por realizar cosas nuevas porque se dedican a llenar una hoja de vida. El artista de hoy en día quiere empezar en la farándula, por esta razón el arte se convirtió en una moda. Desde que aparecieron esas revistas de moda, de tendencias, de decoración, hasta ahí llegó el arte. La gente, cuando va a comprar un cuadro, lo quiere combinar con el sofá. El cuadro lo ven como un objeto de decoración y ya. El valor del arte se perdió y por eso los medios de comunicación hacen que los artistas especulen con sus obras, no que trabajen. A ese arte lo he llamado arte calendario.
ENS:- ¿Cuál es la forma de apreciar el arte…. Hay que tener un conocimiento previo?
CH:- Cuando una persona adquiere algo de arte lo que está haciendo, en primer lugar, es llevarse la esencia de alguien y eso debe apreciarlo. Uno de artista engaña a la persona visualmente. Con el hecho de que una persona contemple mi obra en una galería significa que hice bien mi trabajo, con todo lo que ello implica. Si sigue de largo, no hice nada. Entonces la persona no tiene que saber de arte, sino de que si es hermoso es hermoso.
ENS:- ¿Pero eso no es lo que generó que el arte se convirtiera en un elemento decorativo? Porque sólo se aprecia por lo “bonito” pero no entienden el concepto…
CH:- Eso se lo dejamos a los historiadores y a los críticos, porque a veces uno, como artista, no sabe cómo produjo esa obra. Cuando tu pintas no piensas en lo que vas a producir, es lo que te pasa en el momento, como estés anímicamente, cada obra es como una cámara del tiempo, en cada obra queda plasmado un suceso, es un momento único e irrepetible. Para las personas del común el arte es para disfrutarlo.