La justicia rusa declaró culpables de vandalismo a las tres jóvenes del grupo punk Pussy Riot, juzgadas por celebrar una "oración" contra el presidente Vladimir Putin, en un juicio que ha generado un movimiento de apoyo en todo el mundo.

Concentraciones a favor de las músicas ya se han celebrado en Rusia y se prevén otras en numerosas ciudades en el extranjero, desde París hasta Sídney pasando por Varsovia o Nueva York.

Las integrantes del grupo, Nadejda Tolokonnikova, de 22 años, Yekaterina Samutsevitch, de 30 años, y Maria Alejina, de 24 años, son "culpables de vandalismo", declaró el viernes la presidenta del tribunal Khamovnitcheski en Moscú al inicio de la lectura de la sentencia.

La juez Marina Syrova retomó en gran parte los argumentos de la fiscalía, que había pedido tres años de reclusión por haber cantado el 21 de febrero, con el rostro cubierto y equipadas con guitarras y un equipo de sonido, una "oración punk" en la catedral del Cristo Salvador en Moscú, en la que pedían a la Virgen que "librara" a los rusos de Putin en el poder.

La juez subrayó que las acusadas "no expresaron arrepentimiento", "violaron el orden público" y "ofendieron los sentimientos de los creyentes".

Los abogados de las Pussy Riot pidieron la absolución. La pena máxima por "vandalismo" es de siete años de reclusión.

Las tres jóvenes escuchaban tranquilamente de pie la lectura de las sentencia. Tolokonikova, que lucía una camiseta con la inscripción en español "no pasarán", sonreía.

Las autoridades desplegaron un importante dispositivo policial en los alrededores del tribunal y colocaron barreras metálicas en ambos lado de la calle para impedir grandes concentraciones, observó un periodista de la AFP.

Partidarios y detractores de las jóvenes se desplazaron hasta el tribunal antes del inicio del juicio.

El caso dividió profundamente a la sociedad rusa. Numerosos obispos y fieles denunciaron la profanación de la catedral y el ataque contra la Iglesia. Pero otros, incluidos en el seno de la Iglesia, también consideraron el juicio desproporcionado.

Grupos ultranacionalistas y ortodoxos se manifestaban ante el edificio. "Quiero que las Pussy y aquellos que las apoyan se quemen en infierno", declaró uno de ellos.

Un centenar de personas gritaban por su parte "Libertad para las Pussy Riot", "Libertad para los prisioneros políticos".

Entre las figuras de la protesta del régimen del presidente Vladimir Putin, el bloguero gran crítico de la corrupción Alexei Navalny logró entrar en el tribunal, constataron periodistas de la AFP.

Al líder del Frente de Izquierda, Sergei Udaltsov, le pararon cuando trataba de saltar una valla cerca del edificio, al igual que otros partidarios de las Pussy Riot.

En Ekaterinburgo, en el Ural, una treintena de personas se reunieron para apoyar a las Pussy Riot, informó la agencia de prensa Interfax.

En Samara, en la región del Volga, nueve personas fueron detenidas durante una manifestación, según la misma fuente.

El caso adquirió dimensión internacional y las tres mujeres han recibido en las últimas semanas cantidad de apoyos procedentes del mundo entero. Varios artistas como Paul McCartney, Madonna, Sting y Yoko Ono expresaron su solidaridad.

El veredicto coincide con la semana en la que el ex agente de la KGB cumple los 100 días desde su regreso al Kremlin para un tercer mandato presidencial, un período durante el cual reforzó el control sobre la sociedad civil para responder a un inédito movimiento de protesta en su contra.

Según un sondeo del instituto Levada, citado el viernes por el diario Vedomosti, la cuota de popularidad de Putin está en sus niveles más bajos desde su llegada a la cabeza de Rusia en el año 2.000, con sólo el 48% de las personas satisfechas, contra el 25% de insatisfechas. En mayo pasado, un sondeo indicaba que eran el 60% los satisfechos y 21% los insatisfechos.

En una entrevista publicada el diario Novaia Gazeta, los jóvenes indicaron que no pedirán un indulto a Putin.

"Apelaremos cualquier veredicto de culpabilidad no solo en Rusia, sino ante las instancias internacionales", avisó la abogada Violeta Volkona, citada por Interfax, antes de darse a conocer la sentencia.