Tres meses después de la salida de su director artístico Raf Simons, el primer desfile de Dior preparado por el taller de la casa propuso una colección de siluetas femeninas distendidas que aspiran a "un nuevo realismo en la alta costura".
Los escotes dejan los hombros al desnudo, a menudo de manera asimétrica en esta colección primavera-verano 2016 que jugó a las variaciones sobre la famosa chaqueta Bar de cintura de avispa.
Fue una colección tal vez menos arriesgada y estructurada que las anteriores --no en vano existen los directores artísticos al frente de las casas de moda-- que rindió sin embargo homenaje a la mujer parisina "espontánea y distendida".
Raf Simons dejó Dior invocando "razones personales" y su voluntad de dedicarse a su propia marca. A la espera del sucesor, los estilistas del estudio asumieron las riendas de esta colección.
Dior ya había conocido una vacancia de dirección artística entre el despido de John Galliano en marzo de 2011 y el nombramiento del belga en 2012.
El 21 de diciembre pasado, durante la inauguración de la principal tienda Dior en China, su presidente Sidney Toledano indicó a la AFP que estaba entrevistando gente sin dar mayores detalles.
"No hay perfil ideal (para reemplazar a Raf Simons), hay que hallar un equilibrio con la marca, sus valores, su historia (...) y el equipo de la empresa, que es como una gran orquesta", se limitó a indicar Toledano.
Con motivo de la semana de la moda, la casa Dior se asoció con el restaurante de un gran hotel vecino, el Plaza Athénée, que propone un menú especial inspirado en recetas compuestas por Christian Dior.
El fundador de la marca fallecido en 1957 almorzaba a menudo en el Plaza Athénée y el bar del famoso hotel le inspiró su famosa chaqueta "Bar", ícono del estilo "New Look".
- Alta costura gastronómica con Schiaparelli
La casa Schiaparelli fundada por la rival de Coco Chanel también celebró los placeres de la mesa.
Elsa Schiaparelli, vinculada a los surrealistas y que en los locos años 20 no vaciló en decorar sus modelos con un estampado de langosta, no se hubiese sentido extraña en el universo de esta colección.
Vestido de fiesta bordado con cerezas, conjunto de cóctel decorado con cebollas o estampados con platos y cubiertos de gala conforman la colección.
El creador francés Bertrand Guyon, ex de Valentino, creó este maridaje de alta costura y gastronomía para "despertar las papilas gustativas y los sentidos, introduciendo lo extraordinario en lo ordinario".
Los 43 modelos de la colección celebran así el refinamiento y la elegancia, como por ejemplo un vestido de muselina rosa, el color fetiche de Elsa Schiaparelli.
- Esplendor artesanal de Antonio Ortega
Preparar una colección normalmente lleva seis meses de trabajo intenso para presentar en el desfile antes de pasar a la temporada siguiente. El mexicano Antonio Ortega apeló al saber de artesanas de México y Europa para sus creaciones y parte del vestido de novia que cerró su desfile demandó mucho tiempo más.
"La artesana estuvo dos años para poder terminar un panel con esta técnica, que es como una red bordada", explicó a la AFP el diseñador nacido en Morelia en el seno de una familia de artistas: su madre era cantante y su abuelo hacía monturas para el Ejército mexicano, bordadas con oro y plata.
Su colección "Encuentros" celebra precisamente la reunión de técnicas artesanales con la alta costura gracias a la cual muchas de ellas subsisten.
Bordados y encajes se dan cita con efectos de transparencia y superposición de materias en la colorida colección presentada por Ortega al margen del programa oficial de la semana de la moda.
"Siempre he estado muy alerta con la artesanía", dijo el creador. "Son técnicas ancestrales, yo no las inventé, pero las reinvento, las utilizo a mi manera, para darles un estilo más contemporáneo".