El dibujante danés cuya caricatura de Mahoma levantó una oleada de críticas en 2005 de la comunidad musulmana, realizó una ilustración para recaudar fondos para el semanario Charlie Hebdo, que provocó la caída del servidor de su galería por la elevada demanda.
"No existen precedentes", dijo a la AFP Erik Guldager, el responsable de la galería del dibujante Kurt Westergaard.
En 2005, el caricaturista danés representó al profeta tocado con un turbante en forma de bomba con una mecha encendida.
Esta ilustración formaba parte de una docena de dibujos que levantaron revuelo entre los musulmanes tras su publicación en el Jyllands-Posten.
Westergaard renombró una caricatura de 2009 "Je suis Charlie" (Yo soy Charlie) y anunció que daría los ingresos de las ventas de la reimpresión al semanario satírico francés, donde murieron varias de las grandes firmas en un ataque perpetrado por dos hombres armados.
En pocas horas, la página web de la galería Draupner, situada en Skanderborg (oeste), recibió una avalancha de peticiones de compra de la caricatura, a 50 euros (59 dólares), desde varias partes del mundo.
"Quiero apoyar a Charlie Hebdo, su contribución a la libertad de expresión y su derecho a ejercer su trabajo", dijo Guldager a la AFP, quien aseguró que se vendieron "cientos" de ejemplares durante la mañana del viernes.
Westergaard, de 79 años, vive con protección policial desde la publicación de su caricatura del profeta.
A principios de enero de 2010, un somalí de 30 años, sospechoso de tener vínculo con los islamistas somalíes shebab, irrumpió en la vivienda del dibujante armado con un hacha y un cuchillo, mientras gritaba que quería matarlo por haber ofendido al profeta Mahoma y a los musulmanes. El caricaturista logró escapar.
La ilustración dedicada a Charlie Hebdo representa a un hombre caminando sobre un cable por encima de un precipicio, con un bolígrafo en una mano y en la otra una cuerda atada a una pancarta con el lema "Libertad de expresión"/AFP.