Los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, y el príncipe Enrique inauguraron oficialmente el viernes los estudios de la Warner Bros a las afueras de Londres, donde se filmaron todas las películas de la saga del joven mago Harry Potter.
Los dos nietos de la reina Isabel disfrutaron como niños jugando con sus varitas mágicas o los vehículos futuristas de la trilogía de Batman "The Dark Knight", ante la divertida mirada de Catalina, que lucía su avanzado embarazo con un vestido de blanco de topos.
El príncipe Guillermo no pudo evitar subirse en el Batpol, la moto de emergencia del hombre murciélago encarnado por el británico Christian Bale, y ponerse al volante de un Batimóvil.
"Christian Bale se está haciendo viejo... Yo lo sustituyo si hace falta", bromeó el príncipe, de 31 años, con el responsable de la compañía estadounidense para el Reino Unido, Josh Berger.
En otro momento, el segundo en la línea de sucesión al trono comentó con sus anfitriones si se podría adaptar una silla para el bebé que él y Catalina esperan para el mes de julio.
La inauguración, a la que asistió también la madre del joven mago, J.K. Rowling, permitió también a los jóvenes 'royals' visitar "The making of Harry Potter", la popular atracción que abrió sus puertas hace un año en los terrenos del estudio y que adentra a los 'pottermaniacos' en los entresijos del rodaje de una de las sagas cinematográficas más lucrativas de la historia.
Además de Harry Potter y Batman, el estudio albergó también en los últimos años el rodaje de la aventura de James Bond "Goldeneye" y del primer episodio de la segunda trilogía de la Guerra de las Galaxias, "The Phantom Menace", y de la película de Tim Burton "Sleepy Hollow".
Warner Bros compró en noviembre de 2010 los estudios Leavesden, cerca de Watford, al norte de Londres, e invirtió 100 millones de libras (155 millones de dólares, 119 millones de euros) en remodelar las instalaciones, gran parte de las cuales se utilizarán para rodajes.