El legado de la Comisión de la Verdad, de sus últimos tres años, quedará condensado en la obra “Develaciones: un canto a los cuatro vientos”, una coproducción con el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.
Los 102 artistas en escena darán vida a una desgarradora y bella rapsodia que conjuga teatro, música, danza, cantos y video-arte. La obra, que se presentará del 14 al 16 de este mes, presenta, desde diferentes rincones artísticos, el prisma de verdades e historias de la realidad colombiana que se ha evidenciado.
EL NUEVO SIGLO habló con Nube Sandoval, codirectora de la obra, sobre el origen de esta historia, los artistas que estarán en escena y su participación en el Festival Iberoamericano de Teatro.
EL NUEVO SIGLO: Luego de varios años de investigación de la Comisión de la Verdad nace "Develaciones: Un canto a los cuatro vientos", ¿cuál es la génesis de esta historia?
NUBE SANDOVAL: “Develaciones” es un trabajo que reúne en escena las distintas manifestaciones artísticas que se están generando en los territorios en toda Colombia, con el objetivo de hacer visibles los dolores y los sufrimientos de las víctimas y las situaciones que han vivido a lo largo de los últimos años.
También es la necesidad de la Comisión de la Verdad de poner en escena, a través de las artes como instrumento eficaz y privilegiado, lo que ha sido el proceso de trabajo de estos tres años y medio, que es arduo y rigoroso. Justamente, develando esas verdades que muchas veces son difíciles, dolorosas, y a través del arte, como una herramienta privilegiada para desplegar de una forma más inmediata o amable al pueblo colombiano.
ENS: Serán 102 artistas en escena, ¿quiénes son estos talentos?
NS: Es de las pocas veces que se ponen tantas personas, de tantas procedencias distintas de Colombia, en un mismo escenario. En la obra está una escuela de tradiciones, de la cosmovisión de la etnia wayúu, quienes van a participar con la danza de “La Yonna” y otros momentos significativos de la obra; estará la Fundación Jóvenes Creadores del Chocó, que en Quibdó hacen un trabajo muy impresionante con más de 300 jóvenes, donde a través de la creación y pedagogía de la danza manifiestan sus inquietudes; está el Grupo Tonada de Barranquilla, músicos que interpretan bullerengue, todos formados en la Universidad del Atlántico, y además hacen un trabajo riguroso sobre la historia de la tradición de este ritmo con maestros y maestras ancianos; está el Grupo Sankofa, de danza afro-contemporánea, liderado por Rafael Palacio; está también el Colectivo Mafapo, las madres de los falsos positivos, que si bien no son artistas, ellas hacen una escena donde participan dentro de la obra, y nos ayudan a invitar al público colombiano a hacer un duelo colectivo que tanto nos ha faltado en esa tragedia que han sido los falsos positivos; está también la guardia indígena, que viene con sus bastones y cintas de colores a hacer un llamado a la solidaridad de los pueblos y al cuidado de la madre tierra; está también Semblanzas del Río Guapi, un grupo de cantadoras y músicos; están los Tambores de Cabildo de Cartagena, que con su percusión nos recuerda que a través de la música es posible activar procesos de resiliencia y de resistencia.
También estará un grupo de 20 actores y actrices profesionales de teatro, televisión y cine, entre ellos Andrés Parra, Carmiña Martínez y Alberto Cardeño. Contamos con la participación gráfica de Óscar González y con un texto maravilloso de Ricardo Silva.
ENS: ¿Cómo fue la experiencia de abordar la guerra y la paz con el lenguaje del teatro?
NS: Nos convocaron a Iván Benavides, productor, gestor cultural y músico; Bernardo Rey, codirector junto conmigo del Centro de Investigaciones teatrales, y a mí. Los tres nos encerramos en la Sierra a crear este guion a partir de unas sugerencias de la Comisión de la Verdad, en las que nos dijeron que abordáramos en la obra temas neurálgicos e importantes que han sido el producto del trabajo de todos estos años de la Comisión de la Verdad y que van a aparecer en el informe final.
Temas como secuestro, reclutamiento forzado, desplazamiento o masacres. Varios temas que nosotros teníamos en la mesa y los empezamos a estudiar. Tuvimos desde el primer momento una gran afinidad a nivel de estético y ético. Surgió entre los tres la urgencia, esa necesidad de contar todo eso, de responder a ese llamado de la Comisión de la Verdad a través de, no solo el teatro, sino también la danza, la música y la imagen y que no fuera literal, nada explícito o una cosa documental.
Desde el principio estuvimos de acuerdo en que la metáfora y la poesía sería lo que predominaría. Queríamos que las historias locales fueran narradas en un lenguaje universal para llegar directamente al corazón y las emociones, más que a la razón.
Lograr otro tipo de acercamiento y sobre todo queríamos utilizar un lenguaje épico. Creemos que la historia nuestra, como país, ha sido contada de muchas maneras, con muchos lenguajes y todos muy válidos, pero nosotros teníamos esa necesidad de dar ese paso a la epopeya de alguna manera para narrar la historia reciente del pueblo colombiano. De ahí surge esto, que no es un teatro de texto, sino que es más la escena donde predomina la imagen, la acción, el canto y la música.
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ENS: ¿Qué representa para el equipo participar del Festival Iberoamericano?
NB: Es muy importante. Desde la Comisión de la Vedad y nosotros como el equipo artístico, consideramos que es indispensable este escenario, que el Festival Iberoamericano de Teatro es una muy buena vitrina para mostrar todos estos trabajos y las investigaciones que los artistas escénicos han realizando y que es un magnífico espacio para confrontarse con otras realidades de las artes escénicas, pero sobre todo para mostrarle al público colombiano, a los otros artistas, entes y organizaciones lo que desde las artes escénicas se está diciendo.
ENS: Luego del Festival, ¿la obra llegará a más escenarios?
NB: Por ahora lo que tenemos establecido, y que fue el origen inicial de la propuesta de esta obra, es para acompañar la entrega del informe final de la Comisión de la Verdad al pueblo de Colombia. Eso va a tener lugar a finales de junio. Aunque todavía no tenemos todos los detalles.