Los arqueólogos desvelaron una colosal estatua restaurada del faraón Amenofis III, que un terremoto tiró al suelo hace 3.000 años en el famoso templo de la ciudad egipcia de Luxor.
La estatua, que representa a Amenofis III de pie, se instaló en la puerta norte del templo funerario de este faraón en la orilla occidental del Nilo.
Este templo es famoso por sus dos colosos de 3.400 años de antigüedad, conocidos como Colosos de Memnón, que representan a Amenofis III, cuyo reinado, en el siglo XIV antes de Cristo, marcó el apogeo de la civilización del Antiguo Egipto.
Los Colosos de Memnón, de 21 metros de altura, representan al faraón sentado con las manos sobre sus rodillas. Miles de turistas acuden cada año a Luxor para visitar estas estatuas.
El coloso desvelado este domingo, de 12,92 metros de altura, se ubicó cerca de una estatua idéntica presentada a la prensa en marzo. Originariamente, estas dos estatuas franqueaban la puerta norte del templo.
"Se trata hasta el momento de las estatuas más altas de un rey egipcio representado de pie", indicó el arqueólogo Hurig Suruzian, responsable de la misión de conservación del templo.
La estatua, de 110 toneladas de peso, fue puesta en pie de nuevo por primera vez desde su derrumbe hace 3.200 años, precisó Suruzian.
El coloso yacía por tierra en varios fragmentos, después de su hundimiento en 1.200 antes de Cristo a causa de un sismo. Los arqueólogos comenzaron en noviembre a juntar los 89 bloques de piedra y la multitud de fragmentos que componen la estatua.
Amenofis III está representado portando la corona blanca del Alto Egipto, Hedjet, y con un rollo de papiro en cada mano con su nombre inscrito, "Nebmaatre".
El nombre del rey también puede contemplarse en la hebilla rectangular del cinturón, que viste a la altura de la cintura, al que se une una daga decorada con una cabeza de halcón.
Inversores internacionales y privados se hacen cargo completamente de los actuales trabajos de restauración del templo de Amenofis III.
El faraón, que subió al trono a los 12 años bajo la regencia de su madre, heredó un imperio que abarcaba desde Sudán al río Éufrates. Durante su reinado, mantuvo la influencia de Egipto gracias a la diplomacia.
Amenofis III murió hacia 1354 antes de Cristo, dejando el país a su hijo Amenofis IV, quien sería conocido más tarde con el nombre de Akenatón/AFP.