Brad Pitt estaba el miércoles en Shanghai con su pareja Angelina Jolie, casi 20 años después de rodar una película sobre el Tíbet que molestó al gobierno chino.
El actor, que nunca llegó a ser declarado oficialmente persona no grata por el filme que se estrenó en 1997, prefirió mantenerse en un segundo plano y dejar el protagonismo a la madre de sus hijos.
"En este momento los niños están haciendo un curso de confección de raviolis dim sum con su padre", dijo su pareja Angelina Jolie, en plena promoción de su película "Maléfica", inspirada en el cuento de "La bella durmiente", que ha sido un éxito en Estados Unidos.
"Este es el tipo de película que haces únicamente por la audiencia. Estoy entusiasmada de que a la gente le guste y sea un éxito", dijo la actriz antes del estreno en China el 20 de junio.
Brad Pitt no estaba presente en la rueda de prensa pero la actriz, y también productora de la película, aseguró que la visita a Shanghai había sido una "experiencia maravillosa" para su familia.
Aunque las autoridades chinas no lo anunciaron explícitamente, se decía que Brad Pitt no podía entrar en China desde que hizo la película "Siete años en el Tíbet" en 1997 del director Jean-Jacques Annaud.
El filme cuenta la experiencia de un alpinista austríaco (interpretado por Pitt) en Lhasa, la capital del Tíbet, donde se hace amigo del 14º dalai lama, pero tienen que huir por la invasión de China en 1950.
Jean-Jacques Annaud también consiguió que las autoridades chinas le perdonaran e incluso le dieran permiso de grabar películas en el país.
El año pasado filmó en la región de Mongolia con actores chinos un largometraje adaptado del libro "El Totem del lobo".